Tribuna

Trino Tortosa

Galerista

Los herederos de las siglas del PSOE

Pedro Sánchez tendrá que abandonar las teorías de su último mandato, que en octubre le forzaron a dimitir

Los herederos de las siglas del PSOE Los herederos de las siglas del PSOE

Los herederos de las siglas del PSOE

A PESAR de los pronósticos, Pedro Sánchez ha barrido a Susana Díaz,candidata casi oficial del aparato del partido, en las elecciones primarias celebradas el pasado domingo para cubrir la Secretaría General.

Puede que el resultado haya sido una sorpresa para el común de los votantes socialistas, pero quiero recordar que algunos nos adelantamos a la noche electoral cuando pronosticamos que podía darse la posibilidad del éxito electoral interno de Pedro Sánchez. ¿Recuerdan ustedes la Tribuna en la que lanzábamos la pregunta y, si gana Sánchez, qué? Esa es la cuestión. ¿Cuál será el comportamiento del ganador frente a sus opositores? Resulta, hasta cierto punto conmovedor el que, conocido el resultado de la votación, la inmensa mayoría de los miembros de las dos candidaturas perdedoras, e incluso el propio vencedor, estén haciendo continuas manifestaciones en pro de "arrimar el hombro" y a la necesidad de unidad del PSOE, pero no podemos olvidar dos cuestiones que, en mi criterio, van a ser determinantes desde este instante hasta el Comité Federal, que se ha adelantado desde septiembre a julio, en el caso de Andalucía y que pueden resumirse a partir de hechos incontestables. La primera de ellas corresponde al comportamiento que el nuevo secretario general tendrá con aquellos que, siendo miembros del Grupo Parlamentario, actualmente presente en las Cortes y con aquellos que también detentan el poder en los ayuntamientos y comunidades que gobierne el PSOE en estos momentos.

La segunda es el hecho de que el conjunto de los ciudadanos, votantes del PSOE, no tienen la misma tendencia hacia el radicalismo que han demostrado los militantes que han participado en la elección del nuevo y viejo secretario general.

Ciñéndonos a los resultados de Andalucía, Pedro Sánchez no ha ganado en ninguna provincia, sólo en las capitales de Cádiz y Almería, correspondiendo el triunfo a Susana Díaz. Eso sí, con un margen más estrecho que el que se esperaba; pero, muy significativo, si consideramos que la única comunidad autónoma en que ha triunfado Susana, es la de Andalucía. Atendiendo exclusivamente a Almería capital, la distribución de votos ha sido la siguiente:Pedro Sánchez, 381, Susana Díaz, 311 y Patxi López, 38. Llama la atención que en una circunscripción electoral que no depende mayoritariamente del subsidio agrario, la diferencia de votos sea ciertamente escasa, pero hay que considerar también que entre los votantes de Susana se pueden encuadrar a todos aquellos militantes que, en sus distintas formas dependen de la Junta de Andalucía, lo que demuestra que, al menos en el conjunto de Andalucía el enorme poder que ostenta. De ahí la importancia que tiene el comportamiento de Pedro Sánchez y sus seguidores con respecto a aquellos militantes que no le han votado y que, sin embargo, detentan poder autonómico y municipal.

Indudablemente muchos de éstos, que insistentemente apoyaron a Susana, en un justificado afán de defensa del cargo y sueldo, se pasarán ahora a las filas del vencedor y, en especial, los denominados 'barones' que hoy gozan de poder en la mayoría de los casos, con el apoyo de Podemos en sus distintas denominaciones.

En lo referente a la segunda cuestión, además de considerar el hecho de que el "nuevo" secretario general ha sido derrotado en dos elecciones generales sucesivas, más otras dos autonómicas, Galicia y el País Vasco, con un progresivo y acentuado descenso en el número de votos, que han llevado al socialismo español a los peores resultados electorales en la historia democrática moderna de España, nos demuestra el paulatino distanciamiento existente entre los electores, votantes del PSOE de aquellos postulados, mayoritariamente defendidos por los militantes que, visto lo visto, son más proclives al entendimiento con los radicales de izquierdas y los independentistas, que con los que defienden las tesis constitucionalistas, PP y C's, estando su posición más cerca del sentir de la socialdemocracia europea que de los movimientos populistas. En caso de que Pedro Sánchez se echara en los brazos de Podemos y usara la guillotina con sus oponentes vencidos, pienso que dentro del propio PSOE se producirían movimientos de resistencia que ya se manifestarían en la ponencia política del Congreso Federal de julio, donde posiblemente habría un "choque de trenes" y en las elecciones para compromisarios del Congreso que deberán celebrarse previamente, con la posibilidad de que alguien o algunos de sus más cualificados miembros del partido, lo fragmenten como ocurrió en Suresnes, planteando la creación de otro nuevo partido socialista, como sucedió con el PSOE del profesor Tierno Galván.

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