Tribuna

Lázaro Carrillo Guerrero

Cronista

Como cada primavera

Como cada primavera Como cada primavera

Como cada primavera

Cada primavera, la Comisión de la Unión Europea publica una valoración de las posiciones fiscales de cada uno de los 28 estados miembros, junto con sus recomendaciones económicas y las medidas disciplinarias a tomar. En esta valoración, la posición fiscal de la eurozona está más fortalecida que antes. Pero, según Pierre Moscovici, la recuperación económica y la mejora de los presupuestos son desiguales en los países de esta zona. De modo que España, junto con Francia, Grecia, y Gran Bretaña, continúa enfrentándose a posibles procedimientos disciplinarios por su excesivo déficit en los presupuestos. Y nuestra situación es particular, ya que llevamos seis meses de atraso en la aprobación de los presupuestos para el 2017. Presupuestos que podrían ser aprobados con el voto clave diputado Pedro Quevedo, de Nueva Canarias; o presupuestos que podrían quedar bloqueados para, según Rajoy, realizar unas nuevas elecciones. Y elecciones que no interesan a nadie, y menos al nuevo líder de la oposición, Pedro Sánchez. A quién podríamos ver reflejado en sus homólogos en Gran Bretaña, Jeremy Corbyn, y en Francia, Benoit Hamon, mal parados electoralmente aunque bien apoyados en sus respectivos partidos.

Pero, previa a esta valoración de la Comisión Europea, la Oficina Federal de Estadística alemana (Statistisches Bundesamt) ha publicado que en lo que va de año (el primer cuatrimestre del 2017), la economía alemana, la más fuerte de Europa, ha crecido un 0,6%. Un porcentaje más de lo esperado, comparado con el 0,4% en el periodo anterior. Lo cual es una buena noticia para Angela Merkel y sus políticas. Ya que la canciller queda bien acreditada para las próximas elecciones del 24 de septiembre, frente a su principal oponente y candidato socio-demócrata del SPD, Martin Schulz. Por el contrario, y en este escenario comparativo que ofrece Statistisches Bundesamt, la economía británica ha ido a peor, descendiendo a un 0,3% en los tres primeros meses del 2017, desde el 0,7 del último cuatrimestre del 2016. Y obviamente no favorece a Teheresa May frente a las anticipadas elecciones del 8 de junio. Igualmente, la economía francesa, la segunda economía más fuerte de la eurozona, ha crecido solo un 0,3% en este primer cuatrimestre, y por lo tanto menos que el último cuatrimestre del 2016 que creció un 0,5%. Aquí el nuevo presidente Emmanuel Macrom tiene la oportunidad crecer políticamente. Sin embargo en todo este paisaje, la economía española ha tenido un crecimiento mayor aún de lo esperado en este primer cuatrimestre, un 0,8%. Un porcentaje que está por encima del 0,5%, que es el porcentaje medio de crecimiento de la zona euro. Y por supuesto, que este fortalecimiento de la economía española, situada a la cabeza de la zona euro en crecimiento, constituye una buena noticia en favor de Mariano Rajoy, su equipo de gobierno y su política económica. Pero, a pesar de ello, tendríamos que considerar si Rajoy queda suficiente y favorablemente acreditado y fortalecido ante todo otro escenario turbulento de espacio nacional. Donde no solo está su comparecencia a declarar como testigo por el caso Gürtel, el próximo mes de Julio, ante la Audiencia Nacional. Sino que también está la alarma social provocada por el asunto Lezo, en la gestión del Canal de Isabel II, y la mayoría absoluta que ha originado en el Parlamento (entre Podemos, PSOE y Ciudadanos) para que él y su Gobierno den explicaciones en la Cámara Legislativa. Y además, todo ello provocando una moción de censura que no es decisiva, pero que es utilizada por Podemos de manera significativa e influyente en esta gestión de mayorías. Porque ya puestos en la dinámica de gestión de mayorías, podríamos preguntarnos si realmente Pedro Sánchez hubiese conseguido su objetivo, en las primarias socialistas del 21 de mayo, sin la confluencia de todas estas circunstancias anteriores. Donde dentro de esa moción de censura, alimentada por los nuevos casos de corrupción del PP, se sitúa la intención de aceptar un candidato alternativo a Rajoy propuesto por el PSOE. Y propuesto por el nuevo PSOE, pero un partido con 138 años de edad. O como Pedro Sánchez lo llama, la recuperación del verdadero PSOE, la recuperación de la nueva izquierda y la construcción de una nueva social-democracia. Todo ello para regenerar y cambiar España.

Una España presionada por unas culturas regionales muy marcadas. Y además presionada por un proceso de desconexión de Cataluña. Que pretende establecer una ley de transición jurídica, una Constitución catalana provisional para sustraerse de la legislación española. Y poder así establecer una República por medio del control de la legislación y el poder judicial en Cataluña.

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