Tribuna

TRINO TORTOSA

Galerista

Mas vale tarde que nunca

Aunque sea, por nesesidad y pese al supuesto ocultismo político practicado, la operación "limpieza" ha comenzado en nuestro país de forma imparable

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Mas vale tarde que nunca

Por fin surgió la noticia que todo el mundo esperaba desde hace mucho tiempo. ¡Jordi Pujol Ferrusola entra en la cárcel de modo preventivo y sin fianza!

Era un sentir unánime de la ciudadanía el diferente criterio seguido por la Fiscalía y los jueces,en general, en el modo y tratamiento que han tenido de asegurar los distintos procedimientos por corrupción y malversación de fondos públicos con respecto a los encausados o investigados que se han constatado según la naturaleza de unos y otros, hasta el punto de sembrar la sospecha, o mejor dicho, la certeza de que según se perteneciera a una u otra determinada familia o partido político, el tratamiento de los protagonistas de la causa, sería distinto.

Pensemos que las medidas cautelares que el juez instructor de un procedimiento toma y que abarcan desde la mera personación semanal o quincenar, ante la autoridad judicial, hasta la más extrema de ellas, que es la prisión provisional, sin fianza, del imputado o investigado tiene por objeto, el impedir que éste pueda intentar eludir la acción de la Justicia, bien porque exista riesgo de fuga del territorio nacional o que, con su actuación posterior pueda influir en la declaración de posibles testigos o destrucción de pruebas determinantes para la futura sentencia o la simple ocultación de bienes materiales que perjudique la eficacia práctica de la misma.

Tomemos, por ejemplo, la diametralmente opuesta situación procesal del imputado Granados y la del citado Jordi Pujol Ferrusola y demás imputados de la familia. Mientras que Granados, con aparente toda justificación, lleva más de dos años en situación de prisión preventiva, superando el máximo del periodo que señala la Ley deEnjuiciamiento Criminal, hasta el punto de que el Juez ha tenido que prorrogar el periodo de vigencia de esta situaciónexcepcional, la de el mayor de los hijos del ex-presidente Pujol, que durante más de cuatro años que dura la instrucción, no ha tenido más medida cautelar que la simple retirada de su pasaporte; por otra parte, innecesario para viajar por los países miembros de la UE.

¿Qué ha hecho don Jordi Pujol Ferrusola en estos más de cuatro años que figura como imputado, investigado?. Sencillamente, y a modo de resúmen, hurtar de la acción de la Justicia y, en definitiva, a todos los contribuyentes españoles, la nada desdeñable suma de treinta millones de euros, según informe de la UCO, mientras que a los también imputados, hermanos González, apenas les ha dado tiempo a preparar un par de mudas de ropa interior para aliviar su rapidísima entrada en la cárcel en una decisión, seguramente justa, pero casi simultánea con la situación de investigado preventivo.

Esperemos que la pauta seguida con el señor Ferrusola tenga continuidad con respecto al resto de sus hermanos imputados y demás "mangantes políticos" que nos han rodeado sin distinción de colores o siglas ya que, y aunque algunos pueda dolerle, es mediante la aprobación de las recientes modificaciones jurídicas cuando estimo puede producirse, con eficacia, la total limpieza de la actual y vergonzosa situación política que atravesamos.

Existe el peligro latente de que algunos de nuestros "Jueces y Magistrados estrellas", en su afán de conseguir notoriedad, nos abrumen con una, al parecer, exaustiva y precipitada "lista de imputados o investigados en una determinada causa. Tal es el caso de la lista publicada en el caso de la operación LEZO, conocida también como trama del Canal de Isabel II. Después de sus inmediatas declaraciones ante el Juez, varios de los ochenta investigados, han sido puestos en libertad sin cargos, pués, su inclusión en la lista se debía a meras menciones telefónicas escuchadas mediante pinchazos legales, precipitada imputación no debe restar un ápice a la necesaria amplitud de una investigación judicial, pero sí, debe hacernos caer en la cuenta de que dicha investigación no debe llevarnos a una precipitada o interesada inclusión de alguien en una lista de imputados que no esté plenamente justificada. Por otro lado, resulta difícil juistificar las llamadas "puertas giratorias" que permiten que determinados jueces, una vez finalizado el periodo de su alto cargo político, en un gobierno de cierto color político, pueda volver a su puesto inicial de Juez o Magistrado, en el que pudiera corresponderles instruir o juzgar a miembros destacados del partido a l que él mismo sirvió... Si se tomaran las medidas legislativas que hicieran posible estos casos, al igual que ocurre con los militares, habríamos dado un paso gigante en la consecución de la tan cacareada transparencia, por todos invocada y tan pocos practicada.

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