La última sesión el Consejo Municipal Agrario, presidida por el alcalde, Francisco Góngora, y acompañado por el concejal de Agricultura, Manuel Gómez, ha servido para recordar los aspectos más destacados la 'Ordenanza de Invernaderos y su Entorno' ante su inminente puesta en funcionamiento.

El primer edil explicó que "se trata de una herramienta muy ambiciosa y pionera en la provincia de Almería, que se ha conseguido impulsar tras años de trabajo y que responde a la inquietud municipal por ofrecer la mejor imagen de nuestro municipio y su principal pilar económico".

Ésta regula el entorno agrario en general y la protección del suelo de interés agrícola en particular, "dibujando así la radiografía del municipio y la agricultura que queremos para los próximos 20 años. Damos un valor añadido al sector gracias a este factor diferenciador de excelencia y sostenibilidad con respecto a otras zonas productivas", subrayó.

En la reunión se incidió en el hecho de que con este documento se quiere mitigar y solucionar los problemas de impermeabilidad e inundaciones que sufre el municipio al establecer la obligatoriedad de dotar a las fincas de sistemas de recogida que absorban un volumen de agua de 35 l/m2. De igual modo, determina aspectos generales relacionados con la gestión de los residuos, las infraestructuras ecológicas, las disciplina en torno a este tipo de suelo y las medidas cautelares de paralización de construcción de invernaderos.

La ordenanza establece la obligatoriedad de justificar la gestión de los residuos domésticos generados en la propia explotación agrícola o la calificación ambiental de emplazamientos para alimentación ganadera.