POLÍTICA ANDALUZA

Un gobierno para todos los vientos

  • El sexto ejecutivo de Chaves cumple el miércoles su primer mes. Juan Espada, de Vivienda y Ordenación del Territorio, y Luciano Alonso, de Turismo, Comercio y Deportes, son los nuevos que más actividad han desarrollado. Los consejeros han evitado convertir sus Departamentos en ‘consulados’ de sus provincias

"Este es un gobierno de Champions”. Parece propaganda y más viniendo la frase de un artista del marketing político como el vicepresidente primero del Gobierno andaluz, Gaspar Zarrías: un maestro en la astucia de destacar los méritos de los suyos y resaltar los defectos de los adversarios, en particular si son del Partido Popular. Pero no; esta vez no era propaganda. La frase iba en serio; resulta que en el Gobierno andaluz se sienta una mayoría del Atlético de Madrid. O mejor dicho, una minoría mayoritaria, porque son sólo tres, pero ningún otro club de fútbol domina el escenario de la Casa Rosa gubernamental con semejante número de fieles y además de este tridente atlético forman parte nada más y nada menos que los dos vicepresidentes recién estrenados en la alineación del Ejecutivo Chaves VI. Son atléticos Zarrías y José Antonio Griñán, lo que es utilizado como un plus de complicidad que sumar a los muchos años trabajando juntos, que desmentiría cualquier recelo entre ambos. También es del Atlético Luciano Alonso, el consejero de Deportes, Turismo y Consumo, por decirlo en un orden que no es el protocolario. Alonso ha sido un consumado jugador de fútbol y ha tenido una lesión de profesionales: está operado del menisco interno y externo de la rodilla izquierda, intervención que le retiró de los terrenos de juego. Estos atléticos son tres de los diez consejeros que se estrenan o cambian de función en el actual Gobierno andaluz, que el próximo miércoles cumple un mes de su toma de posesión.

Hace 20 años, siendo presidente Rodríguez de la Borbolla, una buena parte de la plantilla del Ejecutivo Borbolla II jugaba todas las semanas un partidillo informal en el polideportivo de Arquitectura en Sevilla. En aquella época el futbol era un argumento frecuente en las reuniones políticas de los dirigentes socialistas. Por cierto, el primer presidente de la Junta, Rafael Escuredo, es sevillista, y los dos siguientes, béticos. Si la sustituta de Manuel Chaves es una mujer, como afirmó el presidente que le gustaría en unas declaraciones a la Cadena Ser, entonces lo más probable es que no se hable de estos temas en la próxima legislatura. Incluso ahora el fútbol es menos tema de conversación que unos años atrás: una de las candidatas in péctore para la sucesión, la nueva consejera de Obras Públicas Mar Moreno, recuerda que hace una década “en Jaén era muy habitual empezar o terminar una reunión del partido hablando de fútbol y ahora como la organización es más mixta se nota menos afición; no ha habido la más mínima alusión al fútbol en el Consejo de Gobierno este mes”.

La posibilidad de que Chaves no se presente a la reelección dentro de cuatro años es un asunto tabú para la mayor parte de los consultados. Griñán lo resuelve con un estéreo galaico-teológico: “Puede ser que sí y puede ser que no. En todo caso, es como Dios; si existe no interviene en la marcha del mundo. La eventualidad de un relevo es igual; no afecta a la marcha del Gobierno”. Mar Moreno es más directa, pero extraordinariamente diplomática: “Anticipar esos escenarios es poco cortés con el presidente Chaves, que acaba de ganar unas elecciones y tiene su capital político intacto”. El más atrevido de los miembros del Gobierno prefiere no ver su consideración atribuida: “El bagaje político de este Gobierno es una garantía en una etapa compleja como la que vamos a vivir”. En todo caso, todo el mundo admite, por activa o por pasiva, que salvo sorpresa el presidente no se presentará a la reelección.

Las fotos de este reportaje se hicieron el martes pasado en los minutos previos a la reunión del Gobierno de la Junta. Casi todos los consultados afirman que las risas no estaban forzadas por la presencia del fotógrafo; es lo habitual entre un grupo de gente que se conoce desde hace tiempo. Evangelina Naranjo, que entró nueva hace cuatro años en el Ejecutivo Chaves V, señala que esto no era así hace cuatro años: “Entonces había mucha gente que no se conocía”. Por el contrario, las siete personas que se incorporaron al Gobierno hace un mes han tenido con anterioridad cargos en la Junta, de viceconsejero, secretaria general, director general, delegado o coordinadora del Instituto de la Mujer, como Cinta Castillo, la nueva consejera de Medio Ambiente. La casi totalidad de los nuevos consejeros han sido diputados o incluso senadores y han tenido cargos en el partido. En este campo, la confianza es un grado, José Antonio Griñán, que fue compañero en la Facultad de Derecho de Sevilla del presidente Chaves, reconoce que a los viejos conocidos se les puede llevar la contraria bruscamente, sin que pase nada, mientras que hay que ser más diplomático y más prudente con los que no hay un trato previo.

El pasado domingo, en unas declaraciones a El País, la ministra de Vivienda Beatriz Corredor afirmaba: “En el Gobierno, los nuevos hacemos piña”. A lo que parece, este aserto no es válido para el Gobierno andaluz. “Los consejeros recién llegados son noveles en el Gobierno, pero veteranos en política”, sostiene Zarrías. Tendrían, por tanto, menos necesidad de hacer lobby o piña. De hecho, sólo Martín Soler, nuevo consejero de Agricultura; Juan Espadas, que estrena la cartera de Vivienda y Ordenación del Territorio, y Luciano Alonso reconocen haber cenado de manera informal en una ocasión. Soler y Alonso repitieron con el secretario general de Universidades, Investigación y Tecnología, Francisco Trigueros, pero esto está lejos de un presunto eje Málaga-Almería; los tres están fuera de casa durante la semana.

Soler y Espada comparten afición futbolística: representan el lobby barcelonista del gabinete. Un grupo de presión suave, no tanto por la mala temporada del Barça, sino por el hecho de que Espadas no está especialmente interesado por el balompié, como lo prueba que siendo sevillano no sea ni del Sevilla ni del Betis. A Evangelina Naranjo no le gusta el fútbol pero milita en el Sevilla, por parte de padre. Y Soler tiene doble pasión; presume de ser del Almería: “Le ganamos al Sevilla 1-4, bajo la lluvia, y eso que nosotros no sabemos jugar con lluvia”. Luciano Alonso es otro consejero con doble militancia; es socio del Málaga desde hace 25 años.

Un mes después de su nombramiento, Soler se sigue hospedando en un hotel y busca apartamento, aunque su mujer y sus tres hijos se quedarán a vivir en Almería. Este esquema lo repiten varios de sus colegas de fuera de Sevilla. La familia del titular de Turismo se quedará en Málaga; él ya tiene un apartamento en la capital. Y el marido y el hijo de la nueva consejera de Educación , Teresa Jiménez, seguirán viviendo en Granada. Jiménez se confiesa como “nada deportista”. Alonso, que pretende que el porcentaje de andaluces que practica algún deporte pase del 33 a la media nacional del 37, ya tiene en los bancos del Gobierno alguien con quien hacer proselitismo. Jiménez tampoco tiene pasión futbolera por equipo alguno. Mar Moreno comparte esto último, pero no lo anterior, porque es una gran aficionada a la bicicleta y disfruta de los carriles bici que se han construido en Sevilla en los últimos años.

Estas dos consejeras rechazan que haya un lobby femenino en el Gobierno. “Pero sí es la primera vez que todas las mujeres cumplen un perfil que ya daban los hombres: tienen una larga trayectoria orgánica, son conocidas en el partido y son incluso un referente”, sostiene Moreno. Esta experiencia política y orgánica ha sido destacada por los dos vicepresidentes, que aunque veteranos del Gobierno se estrenan en esta nueva responsabilidad. Griñán se muestra muy partidario de los Gobiernos políticos, más que de los técnicos: “Le doy un alto valor a la política; es una ciencia, un arte y una cultura, que va más allá del conocimiento de la materia que se gestione. Se trata de saber hacer, porque en la política, como en la vida, la línea recta no es siempre el camino más corto”. Un buen conocedor de anteriores ejecutivos autonómicos marca diferencias: “cuando llegaron hace ocho años Cándida Martínez o Fuensanta Coves, eran nuevas en esto, venían de la universidad y se notó”. Aunque el argumento no es una regla exacta; otro observador interno de la Junta mantiene que Carmen Calvo en 1996 “venía también de la universidad, pero como es un terremoto, enseguida era la que más sabía de todo”.

En este primer mes de trabajo, los nuevos consejeros han hecho sus equipos, que en general son plurales en cuanto a lugares de procedencia. Parece que se ha terminado con los consulados provinciales en los que se habían convertido algunas Consejerías en la legislatura pasada. Martín Soler sólo tiene a tres personas de Almería entre los once miembros de su equipo de dirección en Agricultura. Este biólogo, secretario general saliente de su partido en Almería, es experto en plagas, anda preocupado por simplificar los procedimientos administrativos y por recuperar terrenos de cultivo en un momento en el que los mercados mundiales están desabastecidos. En el equipo de Luciano Alonso en Turismo, Consumo y Deportes hay cuatro malagueños de once. El consejero está particularmente satisfecho de la previsión de crecimiento turístico para 2008, en torno a un 3 por ciento. El vicepresidente económico, también. Griñán cree que “la crisis durará lo que dure la crisis financiera; la previsión de crecimiento para España este año del 2,7 [que a todas luces no se cumplirá] es mayor que la media de lo que ha aumentado el PIB en el Reino Unido, Alemania, Francia o Italia en lo que va de siglo”. En su opinión, hay una crisis de la construcción y financiera, que de momento no se traduce en una crisis económica. Además, “afortunadamente va a estar paliada por el impulso del turismo o de una campaña agrícola magnífica”. En su opinión, si dura la escasez de dinero la crisis será más larga y más dura, porque las empresas no tendrán dinero ajeno para invertir y el dinero de segundo nivel, de los descuentos, tampoco funciona ya. Este elemento económico hace doblemente compleja la legislatura.

A pesar de su experiencia, los consejeros nuevos preguntan a los veteranos de todo. Por ejemplo cuánto tiempo se tarda en aplicar un decreto, por qué son tan lentos los procedimientos para publicar una orden, qué iniciativas impulsan los demás o cuándo reúnen a su equipo. Preguntan más cosas, pero a algunos les da pudor contarlo: la consejera Naranjo se considera concernida por el secreto de las deliberaciones del Consejo de Gobierno para evitar una respuesta. Todas las fuentes consultadas han coincidido en que el nuevo titular de Vivienda y Ordenación del Territorio es el consejero revelación, seguido muy de cerca por el de Turismo. De Juan Espadas se dice de todo. Griñán subraya cómo “lo tiene todo planificado, programado y es de los que entiende que el diálogo es fundamental con empresarios, sindicatos, alcaldes...” Sorprende está precisión de Espadas, porque fue un consejero de última hora, no se puede decir que se lo hubiesen dicho dos meses antes, como Zapatero a Carme Chacón su destino en el Ministerio de Defensa.

Sobre el diálogo con los alcaldes tiene planes la nueva consejera de Gobernación, Clara Aguilera, que se ha rodeado de colaboradores con experiencia municipalista y aspira a “un cambio trascendental” en política local en esta legislatura. En este campo, en aplicación del nuevo Estatuto, Aguilera se dispone a preparar una nueva ley de régimen local y un pacto local cuyo contenido seguro que los alcaldes estarán interesados en rellenar. La ministra Corredor, en sus declaraciones periodísticas del domingo, también hablaba de que tiene un cierto vértigo por el cargo y que en ocasiones en el Consejo de Ministros se ha preguntado “qué hago yo aquí”. Luciano Alonso no se ve reflejado en estos síndromes; “yo lo que en ocasiones me pregunto es cómo conseguiría más tiempo”. Espadas tampoco padece de vértigo, como queda explicado, y apunta, con la perspectiva propia de un veterano que “si enfocas tu gestión sólo en el ámbito de tu departamento, es un error; hay que tener una visión horizontal, de conjunto”.

Ésa es la misión propia de los vicepresidentes. Zarrías ya ha despachado con todos, los nuevos y los viejos, para explicarles la estructura y las prioridades políticas. Y Griñán celebra que ahora tenga que entender de vivienda, turismo, agua y todo lo que es común a las políticas económicas. “Esto va a hacer menos complicada la coordinación y se va a notar”. También sostiene que se notará la paridad en el Consejo de Gobierno; paridad estricta si se cuenta, como debe, la presencia de Chaves en su propio Gabinete. “Es más fácil trabajar con mujeres; son más concienzudas, muy trabajadoras y muy cumplidoras”, afirma el vicepresidente económico, a quien no le falta optimismo y buena disposición, como puede verse.

La sorprendente sinceridad de la ministra de Vivienda la llevaba a admitir que tenía una cierto miedo a la prensa. Mar Moreno confiesa que no hay comparecencia pública que no le genere un cierto miedo escénico, lo que la lleva a prepararse a fondo todo lo que va a decir, para evitar los nervios. Luciano Alonso también ha planificado sus apariciones con celo, incluso su distribución geográfica: encuentro con los empresarios del sector turístico en Málaga, con la gente del deporte en Sevilla y el próximo día 23 en Jaén presentará su política de comercio.

Si la legislatura tuviese 50 kilómetros, el Gobierno ha cubierto sus primeros mil metros, así que todo está por hacer. A Griñán le gusta contar una anécdota de Harold Macmillan, el primer ministro conservador del Reino Unido entre 1957 y 1963: Cuando dimitió, un periodista le preguntó qué había sido lo más complicado y contestó, muy británico él, “los acontecimientos, amigo, los acontecimientos”. El vicepresidente segundo del Gobierno de la Junta añade de su cosecha que “en política hay que saber navegar de bolina, con viento a favor y con viento en contra” . Y en este punto saca a pasear su espíritu colchonero: “Nosotros estamos muy bien dotados, porque los del Atlético estamos acostumbrados a luchar contra las adversidades”. El equipo de fútbol se ha clasificado este año para la Champions, al Chaves VI le queda mucha Liga.

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