tecnología

La evolución diagnóstica

  • El diagnóstico molecular toma muestras del material genético del microorganismo que causa una enfermedad e identifica secuencias diana

Los responsables de Hologic Diagnostics: José Yebra, Joao Paulo Malagueira, Miguel Sainz de los Terreros y José Codina.

Los responsables de Hologic Diagnostics: José Yebra, Joao Paulo Malagueira, Miguel Sainz de los Terreros y José Codina. / M.G.

En cuestión de avances en medicina, se habla mucho de los tratamientos, pero el primer paso para tratar una enfermedad es conseguir un diagnóstico de forma precisa y en el menor tiempo posible. La tecnología ha avanzado también en este aspecto y muestra de ello es la revolución que está por llegar con el diagnóstico molecular.

Pese a tener fármacos muy avanzados, aun vivimos situaciones en las que el problema es el retraso en el diagnóstico. "Todos hemos pasado o hemos tenido familiares con una infección y nos han explicado que hay que hacer un cultivo que tarda unas tres semanas, que muchas veces nos permite saber cuál era el bicho que ha ocasionado la infección, una vez ya superada la misma", explica Miguel Sainz Terreros, director de medical affairs de Hologic Diagnostics para el sur de Europa, una de las compañías punteras en tecnología de diagnóstico, a nivel internacional.

En el caso del virus del papiloma, ayuda a determinar el riesgo de cáncer de útero

"La gran revolución llega con el diagnóstico molecular, que lo que hace es tomar muestras del material genético del microorganismo e identifica unas secuencias diana. Así, si las detecta, significa que ese organismo está presente". Según Sainz Terreros la clave es que este método consigue amplificar el material genético, realizando millones de copias, en un proceso que lejos de complicarse, se simplifica, ya que permite tener resultados clínicos no en semanas, sino en apenas 2 o 3 horas, con una tecnología que puede ser manejada por cualquier técnico de laboratorio. Tal y como añade Sainz Terreros, "hay diferencias entre comunidades autónomas y hospitales, pero en general España está implantando estos métodos diagnósticos de forma pionera".

Si bien el diagnóstico molecular se está aplicando sobre todo a infecciones como la hepatitis B, hepatitis C y otras infecciones de transmisión sexual comunes como la clamidia o la gonorrea, de cara al futuro parece que va a tener un especial impacto en el virus del papiloma humano. De hecho, según Joao Paulo Malagueira, vicepresidente EMEA y Canadá de Hologic, la compañía ya había sido pionera en la llamada citología líquida, que permitió un mejor diagnóstico en el cáncer de cuello uterino. El siguiente paso es "el test de diagnóstico molecular de VPH, que es un marcador más fiable y más sensible para la determinación del riesgo de padecer de cáncer de cuello del útero".

La muestra se toma igualmente a través de una citología, pero el análisis de la misma es mucho más efectivo y exhaustivo. Miguel Sainz Terreros aportaba que si la citología tradicional tiene una sensibilidad de detección de entre el 50% y el 75%, esta nueva prueba diagnóstica estaría en torno al 90%. Es por ello que "las sociedades científicas se han puesto de acuerdo para reconocer y recomendar el diagnóstico molecular del VPH como el método diagnóstico en primera línea, en la determinación del riesgo de padecer cáncer de cérvix".

No hay que olvidar que el VPH es una de las principales causas del cáncer de cuello de útero, una enfermedad de la que aparecen 2.500 nuevos casos al año y por la que fallecen unas 900 mujeres anualmente en España. Es por ello que, según los expertos, este nuevo test diagnóstico va a suponer un cambio de paradigma hacia un cribado poblacional organizado primario de VPH.

Cribado y VPH

Actualmente, el cribado es más bien "oportunista" y por lo tanto desigual entre las mujeres, ya que se estima que solo se han sometido a citologías entre el 40 y el 50% de las mujeres en edad de cribado (mayores de 25 años). Así, desde la perspectiva de Sainz Terreros, el futuro pasa por realizar un screening a través del diagnóstico molecular, en el que el sistema sea el que llame a las mujeres a realizarse este reconocimiento.

Todo ello, teniendo en cuenta que "la inmensa mayoría de infecciones de VPH son transitorias y no tienen absolutamente ninguna trascendencia carcinogénica ". Por lo tanto el objetivo de estos test no es crear alarma social, solo dar tranquilidad, de hasta 5 años, a las pacientes que tengan un resultado negativo y cribar más exhaustivamente a las que tengan un resultado positivo con el análisis morfológico de la citología. Si el comportamiento de las células es normal, el protocolo sería continuar las revisiones ginecológicas en espacios de tiempo más cortos.

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