La jornada

Estrenos de sayones, centuriones y el regreso mítico a la Catedral

  • Las nuevas tallas son obra de los imagineros cordobeses Antonio Bernal, Miguel Ángel González Jurado y Sebastián Montes y completan los respectivos pasos de misterio

Las notas predominantes de la jornada de ayer se cifraron en el estreno de varias figuras secundarias, así como en el paso de la hermandad del Prendimiento por la Catedral. La hermandad del Buen Suceso lució en su estación de penitencia el sayón salido de las gubias de Miguel Ángel González Jurado, autor del resto del misterio, que va situado en la parte trasera del paso vestido con casco y coraza de reflejos acerados.

Esta figura, junto con el montaje de los dos pasos de esta cofradía, eran el principal atractivo de la mañana de ayer en la parroquia de San Andrés. Todo el que entraba en el templo quería ver de cerca el estreno, no fuera a ser que por la tarde no fuera posible en el transcurso de la procesión. Una representación del grupo municipal del PP, compuesta por los ediles Federico Cabello de Alba, Rosario Alarcón y Laura Ruiz, también se interesaron por esta nueva talla que les fue explicada por un miembro de la cofradía, dentro de la visita que realizaron a todas las hermandades del Martes Santo. En los Salesianos, en cambio, no había tan buena suerte. No porque la hermandad no quisiera lucir su estreno, no, sino porque las dimensiones de la nave donde se preparan los pasos antes de la salida procesional no ofrecían perspectiva alguna para su contemplación. Esta figura es obra de Antonio Bernal, quien ha realizado el resto de las que acompañan a la talla titular de Antonio Dubé de Luque.

En El Naranjo, además, la cofradía de la Agonía pudo ayer lucir los tres romanos realizados por Sebastián Montes y que acompañan al crucificado de Antonio Castillo Ariza. Estas figuras llamaron la atención por los gestos burlescos y por la expresión desagradable, en concreto, de uno de ellos.

Este hecho parece que marca la tendencia de que los estrenos de este año sean a pares. Si el Lunes Santo le tocó el turno a las bambalinas interiores de dos pasos de palio, ayer, en cambio, le correspondió a las figuras secundarias de tres pasos de misterios. Salvo en un caso que era un sayón judío, en el resto eran centuriones romanos.

El estreno intangible de la jornada correspondió a la estación de penitencia que realizaron en el interior de la Catedral los componentes de la cofradía del Prendimiento. Con lo que hizo ayer esta hermandad se rompen varias décadas de maleficio y de leyenda urbana que engordaba los hechos ocurridos a comienzos de la década de los 60 del pasado siglo, cuando la carrera oficial por el Patio de los Naranjos era obligatoria. Las dimensiones del paso que tenía en aquel momento la cofradía salesiana dificultó el cumplimiento de este trámite. A partir de ese momento, se comenzó a decir que si no cabía por la Puerta de Santa Catalina, que si se estrelló en una esquina, que si ocurrieron mil percances que hicieron a estos nazarenos desechar la estación de penitencia en la Catedral.

El nuevo paso de misterio del Prendimiento, que ha ganado en longitud lo que ha perdido en anchura, junto a un lógico cambio de itinerario, hacen posible cumplir con esta aspiración que ya cumple un tercio de las cofradías cordobesas y que en esta edición se incorpora esta corporación salesiana y la hermandad de los Dolores.

Dentro del capítulo de estrenos inmateriales, tampoco puede quedar atrás el estreno musical que realizó la cofradía de la Sangre. La banda de música de Carrión de los Céspedes interpretó la marcha Ángeles, Reina en varios puntos del recorrido, una composición del cordobés José de la Vega y que se estrenó en un multitudinario concierto celebrado el pasado 1 de diciembre en la iglesia de los Capuchinos y que sirvió de homenaje a este músico que vive en Madrid desde 1949.

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