El viernes de nuevo se celebró en el municipio de Abla la singular Procesión del Paso. La mañana soleada engrandeció esta celebración, que contó con muchísimo público que ha seguido el trascurso de esta procesión, en la que de nuevo se pudieron escuchar las bocinas, que anunciaron la llegada y encuentro a la plaza de los pasos de Nuestro Padre Jesús Nazareno, el de la Virgen de los Dolores y el trono que portaba la talla de la Verónica.

La presencia de las bocinas, quizá en otros rincones de España, es una imagen que se repite en la Semana de Pasión, pero en la provincia de Almería es propia de este desfile procesional. Para quien lo desconozca el empleo de las bocinas o trompetones (que simbolizan las antiguas trompetas fúnebres) es la característica que singulariza este desfile procesional de la Semana Santa de Abla. Y es que cada mañana de Viernes Santo y solo en este pueblo se puede contemplar la presencia de los bocineros, que continúan jugando un papel muy importante dentro del cortejo procesional.

Pero además de sonar las bocinas durante la procesión de El Paso se oyó un amplio repertorio de marchas clásicas de Semana Santa interpretadas por la banda municipal y por la de tambores y cornetas, que acompañaron a los pasos.

Para cerrar estos días de Pasión esta mañana se llevará a cabo la procesión conocida como la Cardoncha, que organiza la hermandad del Resucitado de Abla y que se convierte en otra seña identificativa de la Semana Santa abulense. Como novedad, en la procesión se podrá ver la restauración que se ha llevado a cabo en las manos de la Virgen. Un estreno que se suma otro presentado la noche del viernes, la supresión de la parte inferior del trono del Santo Entierro, que se ha sustituido por una falda para facilitar el manejo del paso.