Sabía perfectamente Manolo Jiménez que se presentaba al plebiscito del público Sánchez-Pizjuán después del desastre de la Copa. Era clave "adelantarnos en el marcador" porque se trataba de "un partido trampa". "Primero decir que éste era totalmente un partido trampa y que si no nos poníamos por delante en el marcador podía precipitar al equipo y equivocarnos", dijo el técnico.

Lo mejor para el Sevilla fue la victoria y con la clasificación en la mano se podría decir que la Champions ya se toca con las manos. "Lo bueno que tiene esta victoria es que le hemos recortado dos puntos al Madrid. Vamos a ser realistas, ellos están muy bien ahora, pero ésa es nuestra obligación y nuestra meta. Si nos dormimos, los de abajo nos irán pillando. Sólo el Villarreal ha mantenido la distancia, porque hemos sumado más que Valencia o Atlético de Madrid", explicó Jiménez, quien no quiere dar a ninguno de sus adversarios por desahuciado, aunque ya le saque 10 puntos a los madrileños y 11 a los valencianos: "Hace tres o cuatro semanas se estaba hablando de un Barcelona que ya era campeón y fijaos en los nervios que han entrado por unos pocos resultados negativos. Es engañoso. Estamos en un buen camino".

"El fútbol es fútbol. Equipos de Primera caen eliminados por equipos de otras categorías, el Numancia le gana al Valencia... El fútbol es difícil de entender y por eso acertar la quiniela es tan complicado", siguió explicando el entrenador del Sevilla, que no quiere lanzar las campanas al vuelo con doce jornadas aún por delante.

En el ámbito individual, Jiménez fue cuestionado por dos jugadores de su plantilla. Primero fue Perotti el que se llevó los elogios del arahalense. "A mí no me sorprende su rendimiento. A Diego hay que cuidarle ese físico que tiene. Debe crecer por ahí. En el Sevilla Atlético lo pasó mal. Tiene algo diferente. Si crece físicamente lo que esperamos de él, tiene capacidad para jugar en un equipo como el Sevilla", comentó un Jiménez, que por otro lado exculpó a Luis Fabiano después de que el brasileño pecara de individualista en más de una ocasión: "No es feliz si no marca".