La ciberseguridad es uno de los sectores que impulsan la contratación de trabajadores altamente cualificados.

En España, un 37% de los trabajadores de empresas TIC se dedican a la ciberseguridad. Es un sector que requiere cada vez más profesionales y que actualmente demanda 825.000 empleados. Un informe de Infojobs y Esade asegura que hubo 1.270 vacantes para profesionales de expertos en ciberseguridad en 2016 y en robótica, 761 vacantes, un 129% más que el año anterior, con un sueldo medio de 29.351 euros.

A pesar de esto, del 95% de los alumnos que supera la Selectividad pocos son los que se decantan por este sector y de ellos, sólo un 24% de los graduados en carreras técnicas en España son mujeres.

Con todo, se prevé que la facturación mundial de ciberseguridad llegue a 79.292 millones en 2018, por lo que deben existir empleos que den respuesta a las nuevas necesidades que irán surgiendo en torno al mundo de la protección digital.

Sólo durante el primer trimestre nuestro país recibió 50.000 ciberataques. La mitad de las compañías admiten que no tienen programas de defensa y que no cumplen con los requisitos para la prevención de ataques digitales.

En este contexto, la empresa de servicios tecnológicos Always On enumera algunos de los empleos que han surgido gracias a los avances en la tecnología 4.0, que se han convertido en puestos de primera necesidad en las compañías o que están emergiendo.

En primer lugar, los desarrolladores o técnicos de domótica son una pieza clave para el desarrollo de Internet de las Cosas (IoT), que va a conllevar un aumento en el número de aparatos conectados a esta red IoT.

Por su parte, los drones generarán un mercado muy amplio ya que se les dará uso comercial. De este nicho surgirán puestos de trabajo como clasificador de drones, examinadores para la obtención del permiso de manejo, minimizadores del impacto en el entorno y controladores del espacio aéreo por el que circularán estos aparatos voladores no tripulados.

Mientras, la nanotecnología será una disciplina básica en el campo de la medicina. Nano-técnico y nano-médico serán profesiones demandadas porque permitirán utilizar nuevas herramientas con conocimientos de tecnología.

La impresión 3D creará gran parte de los objetos que utilizamos, tanto en medicina como en gastronomía. Así, existirán cocineros profesionales de comida 3D y diseñadores de impresión de ropa, por poner algunos ejemplos de aplicaciones que empiezan a despuntar.

La ciberseguridad, tanto en prevención como protección, serán fundamentales. Surgirán estrategas y planificadores de defensa. Y es que cuantos más aparatos conectados haya, mayor será el riesgo de sufrir ciberataques.

Por último, los robotistas se convertirán en inventores, diseñadores y programadores de máquinas, como drones o nanorobots.