TV-Comunicación

La naturaleza del mal en el 'Tabú' de Jon Sisitiaga

  • El reportero dedica cuatro entregas en #0 (Movistar +) para indagar en el comportamiento tóxico

Jon Sistiaga conversa en 'Tabú' con el psicoanalista Jean-Charles Bouchoux, autor de 'El perverso narcisista'.

Jon Sistiaga conversa en 'Tabú' con el psicoanalista Jean-Charles Bouchoux, autor de 'El perverso narcisista'. / movistar +

Las personas con una naturaleza muy agresiva rondan el 5% de la población. Están predispuestos, pero no predestinados, a hacer el mal, le detallan a Jon Sistiaga en las nuevas entregas de Tabú, en Movistar +, en el canal #0. El mal, la toxicidad, no es algo de minorías, sino que el contexto influye decisivamente en la afloración o la contención de las peores conductas humanas. Sobre toda esa esencia de la naturaleza social indaga Sistiaga, los jueves a las diez de la noche, en cuatro entregas que recorrerán el mundo y se detienen en testimonios variopintos, expertos, verdugos y víctimas, para diseccionar la maldad.

"Es un tema tabú, del que no nos gusta hablar ¿Qué capacidad tiene cada uno de hacer el mal? ¿Qué seríamos capaces de hacer en una determinada situación?, como tantas veces nos hemos preguntado a nosotros mismos", explica Sistiaga a este periódico sobre el planteamiento de los episodios. El programa alcanzará incluso hasta la 'pequeña maldad', esos comportamientos dañinos que de forma mundana se viven cada día.

Por Tabú van a a pasar filósofos, psicólogos forenses, jueces (Baltasar Garzón o Emilio Calatayud) o teólogos, pero también el coronel Valdiviezo, torturador durante la dictadura argentina; o Popeye, antiguo sicario del cartel de Medellín. Así como Annette Cabelli, superviviente del campo de exterminio de Auschwitz o Ruth Ortiz, la madre de los niños asesinados por su expareja, José Bretón.

"Lo que pretendemos es establecer los límites de la maldad humana ¿El malo nace o se hace? ¿Hay un gen de la maldad?", plantea Sistiaga, que recuerda que el concepto de 'maldad' ha variado con los años. "En ocasiones es un concepto relativo. Por ejemplo, hace unos años se perseguía a los homosexuales en nuestro entorno y ahora nos parece una barbaridad", aunque Tabú no afronta un recorrido histórico sino que analiza la presencia de las conductas malvadas en todos los órdenes de la sociedad. Una violencia que incluso se traslada al cine, porque los malos fascinan, en una transposición de lo que, tal ve, nos gustaría ser, advierte el director y narrador de Tabú.

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