Univ. de Almería

Nuevas armas contra la resistencia a los antibióticos

  • El grupo dirigido por Fernando López desarrolla nuevas moléculas sintéticas, que contienen oro como posibles antibióticos

El profesor Fernando López Ortiz, responsable del grupo de investigación Química Orgánica y Organometálica.

El profesor Fernando López Ortiz, responsable del grupo de investigación Química Orgánica y Organometálica. / carolina Crespo

En la actualidad existen bacterias resistentes a los antibióticos, lo que ha generado un problema a nivel mundial. En Estados Unidos, se estima que dos millones de personas sufren anualmente infecciones por bacterias resistentes y de ellas, 23.000 acaban en fallecimiento. La situación es análoga en Europa. Entre las principales causas del desequilibrio entre bacterias resistentes y antibióticos se encuentra el uso indebido de los mismos y la falta de investigación en nuevas moléculas.

Atendiendo a estas cifras se hace necesario la puesta en marcha de investigaciones que ayuden a la creación de nuevos fármacos con el objetivo de mantener a raya la aparición de bacterias infecciosas que puedan resistir los tratamientos conocidos. Una de las aproximaciones para hacer frente a este problema consiste en la utilización de complejos de oro. Son compuestos en los que se combina una parte orgánica con el metal y la conjugación de esos dos componentes determina la acción antibacteriana.

En este ámbito, investigadores de la Universidad de Almería han desarrollado nuevos metalloantibióticos para el tratamiento de infecciones bacterianas resistentes a los antibióticos mediante el uso del oro. Se trata del grupo investigación del profesor Fernando López Ortiz, que en la actualidad desarrolla un proyecto en el que se aborda el problema desde el punto de vista de la síntesis de nuevas moléculas con la peculiaridad de incorporar átomos de oro en la estructura.

En este estudio, financiado por el Plan Nacional de I+D+i del Ministerio de Economía y Competitividad (proyecto CTQ2015-57157-P), participan la profesora María José Iglesias, la doctora Raquel González Soengas y el profesor Fernando López Ortiz, responsable del grupo de investigación Química Orgánica y Organometálica (FQM 267) de la UAL. Estos investigadores de la UAL han dado los pasos iniciales en este tema que puede conducir a la creación de un nuevo tipo de antibiótico, un camino largo y costoso.

"Desde que se dispone de una molécula prometedora hasta que se convierte en un medicamento aprobado para el tratamiento de una determinada enfermedad hay un trabajo ingente y costoso, pero necesario para garantizar la utilidad y seguridad en el uso de dicho medicamento. Nosotros ya hemos dado ese primer paso", ha incidido el catedrático Fernando López Ortiz.

El investigador ha explicado que "desde hace siglos (2500 BC) se conoce la utilidad terapéutica de compuestos de oro. Los compuestos de oro en uso se aplican en el tratamiento de la artritis reumatoide. No obstante, hay un gran interés y actividad dedicada a la preparación de compuestos de oro con propiedades antitumorales y antibacterianas".

López Ortiz ha aclarado que "el origen de la investigación se sitúa en la semejanza con el cisplatino de algunos complejos de oro sintetizados en el marco del proyecto con un propósito muy distinto, su función como catalizadores en síntesis de moléculas orgánicas".

"El cisplatino -añade- es un conocido antitumoral utilizado en el tratamiento de diversos tipos de cáncer. Sobre la base de la semejanza mencionada se realizaron ensayos de actividad antibacteriana y antibiofilm en el grupo de la doctora Sara Soto del Instituto de Investigación ISGlobal de Barcelona, encontrándose resultados muy prometedores"-

Y es que, y así lo matiza el investigador, "los complejos sintetizados contienen un esqueleto organofosforado que los convierte en únicos y en el que se encuentra anclado un átomo de oro. La presencia de oro en la molécula aporta un valor añadido en cuanto que se trata de un metal biocompatible, para el que no cabe esperar efectos secundarios".

La puesta en marcha de este proyecto surgió como una consecuencia del trabajo realizado en el contexto del proyecto NOMORFILM, un estudio a nivel europeo en el que participa el grupo de López Ortiz y que tiene como objetivo la búsqueda de nuevos antibióticos de origen natural producidos por microalgas. La coordinadora de este proyecto es la doctora Sara Soto, a quien el profesor de la UAL le propuso incluir los complejos de oro en el programa de evaluación biológica.

A este respecto, el investigador ha indicado: "Los datos de inhibición de crecimiento bacteriano fueron tan interesantes como para profundizar en la colaboración" y es que incidir en este aspecto ha supuesto "el diseño y síntesis de nuevos complejos, introduciendo modificaciones en la estructura que permitan potenciar la actividad".

Además, una consecuencia adicional de esta colaboración ha sido la consecución de un proyecto de investigación en salud financiado por el Instituto Carlos III (referencia: PI16/00166) para explorar específicamente el potencial de estos metalloantibióticos sintetizados en la UAL.

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