La Brigada de La Legión 'Rey Alfonso XIII' conmemoró en la mañana de ayer la festividad de La Inmaculada, Patrona del Arma de Infantería, Estado Mayor, Cuerpo Jurídico Militar y de los capellanes castrenses, con una parada militar que tuvo lugar en la Base Álvarez de Sotomayor, presidida por el general Juan Jesús Martín Cabrero, jefe de la BRILEG. Aunque esta festividad se celebra en España desde que Carlos III consiguiera en 1760 una bula especial del Papa Clemente XIII, el patronazgo de la Infantería no sería proclamado oficialmente hasta 1892 por la Reina Regente María Cristina de Habsburgo-Lorena, madre del Rey Alfonso XIII, pero sí se la venera como protectora del Arma desde 1585, cuando se produjo el llamado 'milagro de Empel'.

Encerrada en las estrofas del himno se encuentra la esencia del espíritu de los infantes: la dedicación, el sacrificio, el orgullo, la entrega, la fidelidad y el compromiso, afirmó el general Martín Cabrero en su alocución. "Estos son algunos de los valores de nuestra Infantería que, unidos a los inculcados a través de los espíritus del Credo Legionario, hacen de nuestra unidad lo que Millán Astray definió como la mejor Infantería del mundo".

Los Tercios de Flandes se han convertido hoy en modernas unidades con dominio de la más alta tecnología y con un equipamiento y armamento inimaginable hace pocas décadas, "pero el soldado de Infantería sigue siendo el mismo; valeroso, abnegado, humilde, generoso y leal". Martín Cabrero se refirió a la Infantería como guerreros que combaten unidos con un mismo ideal y una sola voluntad, y junto al resto de legionarios de todas las armas buscan permanentemente ser empleados en las posiciones de extrema vanguardia, en las misiones de mayor riesgo y fatiga para orgullo de la Brigada y de la Infantería española". También tuvo un recuerdo muy especial para todos los compañeros destacados en las diferentes misiones en las que España está participando en lejanos escenarios internacionales.

A lo largo del acto se llevaron a cabo la imposición de corbatas al guión de la VIII Bandera 'Colon' y de condecoraciones al personal distinguido. Tras rendir honores a los que dieron su vida por España, con descarga de fusilería de una Compañía del Tercio 3º, se cantaron la Canción del Legionario y el Himno de Infantería. La parada militar finalizó con un desfile con todas las unidades que participaron en la formación al mando del coronel Víctor Bados, jefe del Tercio 3º.