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Maridaje de vinos blancos

  • Trucos. Se trata de uno de los mayores errores de maridaje el pensar de manera automática que la mejor combinación para el pescado o el marisco es siempre el vino blanco, sea cual sea

En cuanto al maridaje, sea con pescado, carne o postres, hay mucho escrito, pero no hay nada dicho. Cada plato es diferente, y cada vino y variedad de uva, dependiendo de dónde venga puede variar mucho. He elegido uno de los temas más difíciles, el pescado. Alimento difícil de emparejar con muchos vinos debido a cómo los aceites del pescado se aferran a las papilas gustativas, sobre todo con los más grasos. Más allá de la elección de pescado, la salsa, especias y la preparación del pescado también afectan para saber que vinos hacen mejor maridaje.

Se trata de uno de los mayores errores de maridaje el pensar de manera automática que la mejor combinación para el pescado o el marisco es siempre el vino blanco, sea cual sea. Y es que no siempre es así; depende del tipo, de la salsa o ingredientes con los que esté cocinado ese pescado. De modo que, en ocasiones, el mejor maridaje pasa por un rosado, e incluso por un tinto joven. Éstas son algunas pistas para no equivocarse a la hora de maridar:

PESCADOS

l Para los pescados en fritura se prefieren vinos de Andalucía, elaborados con la variedad Palomino.

l Para el lenguado y el rodaballo en elaboraciones sencillas, son recomendables blancos frutales y aromáticos.

l Con salsas de mantequilla: Chardonnay o Verdejo, eso sí, de Barrica.

l Si los pescados están elaborados con limón o naranja, casan muy bien con Riesling o algún Muscat seco.

l El salmón, al ser un pescado muy graso, así como el bonito, el atún o el bacalao, maridan muy bien con vinos tintos jóvenes. • La merluza, en elaboraciones sencillas, va bien con Albariños, Godellos y Verdejos.

l Los salmonetes, tintos jóvenes y algún rosado corpulento de tipo Merlot.

l Los ahumados casan muy bien con un buen rosado y tinto joven.

MARISCOS

l La langosta, en elaboraciones sencillas o con salsas a base de mantequilla, irá bien con un Chardonnay fermentado en barrica.

l Las ostras van muy bien con vinos espumosos secos, sin olvidar los excelentes blancos de Galicia.

• Los crustáceos casan bien con Verdejos o blancos de Alella.

Según estudios realizados, el vino blanco se estima que se consume desde hace 2500 años. Ha acompañado el desarrollo económico y se ha instalado en todos los países con tradición en el consumo de vino, principalmente en Europa, América y Oceanía.

Las uvas blancas que producen principalmente vinos blancos son de color verde o amarillo, una variedad muy extendida en el mundo, por lo cual este vino es producido en muchas zonas del planeta. Algunas variedades son muy conocidas, como la Chardonnay, Sauvignon y Riesling. También hay variedades de uva negra, como Pinot noir, utilizada para producir vino blanco o champán.

Entre los muchos tipos de vino blanco, el vino blanco seco es el más común. Más o menos aromático y ácido, se deriva de la fermentación completa del mosto. Los vinos dulces son aquellos donde se interrumpe la fermentación antes de que todos los azúcares de la uva se conviertan en alcohol. Los vinos espumosos, que son en su mayoría vinos blancos, son aquellos en los que el dióxido de carbono de la fermentación se mantiene disuelto en el vino y se convierte en gas cuando se abre la botella, ofreciendo una delicada espuma.

El vino blanco se consume habitualmente como aperitivo antes de las comidas, con el postre, o como bebida refrescante. Es maridado tradicionalmente con la carne blanca y también con ciertos tipos de quesos.

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