Vivir

Recorrido por la joya de la Armada

  • Miles de almerienses visitaron el pasado fin de semana el portaaviones Juan Carlos I, buque insignia de la Armada al servicio de España bajo el mando del comandante José Lago Ochoa

Expectación, asombro, honor y orgullo. Esas son las sensaciones y los sentimientos que han vivido miles de almerienses durante la reciente visita efectuada al mayor buque de guerra construido en España, el portaaviones 'Juan Carlos I', durante la escala efectuada por primera vez en el puerto de la capital, ya que anteriormente había surcado aguas territoriales durante su participación en ejercicios de la OTAN.

La expectación creada ante el anuncio de su visita se vio desbordada durante los días en que el buque abrió sus instalaciones para asombro y deleite de miles de personas que jamás habían subido a una ciudad flotante y cuya cubierta de despegue y aterrizaje de aviones y helicópteros te hace sentir la inmensidad del espacio y distancia de cualquier pista aeroportuaria. Sus 231 metros de eslora y sus 27.000 toneladas de desplazamiento acogen una colosal obra de ingeniería española diseñada y construida en el astillero Navantia de El Ferrol, entregado a la Armada española el 30 de septiembre de 2010.

Con una dotación de 294 personas, el Juan Carlos I está mandado por el comandante José Lago Ochoa. A pie de escalera recibió con un gran abrazo al coronel Antonio Cabrerizo, jefe del Regimiento de Ingenieros nº 8 en Melilla; coronel José Luis Salmerón, legionarios de honor y esposas, que tuvieron el inmenso honor y privilegio de tener al comandante Lago como excepcional guía de la visita. El Juan Carlos I es, ante todo, un barco polivalente y se puede configurar en diferentes roles, explicó el comandante Lago, pero básicamente es un portaaviones con capacidad anfibia, es decir, un barco capaz de proyectar a la Infantería de Marina y a la vez ejercer el rol de portaaviones para la aviación naval embarcada, desde misiones bélicas, de proyección de fuerza, de ayuda humanitaria -con unas extraordinarias capacidades hospitalarias- o espacio de carga y transporte de cualquier material que se quiera llevar a una zona de conflicto. Los visitantes pudieron admirar los seis aviones AV8B Harrier, dos helicópteros SH-3D y un helicóptero AB-212 de la Flotilla de Aeronaves de la Armada, así como diversos vehículos de asalto anfibio, vehículos de combate de infantería, de alta movilidad táctica, y embarcaciones de asalto de Infantería de Marina. La despedida, junto al contralmirante almeriense Ricardo Hernández, dejó un sentimiento de gratitud y orgullo por el trabajo que desempeñan extraordinarios profesionales que trabajan cada día por la seguridad de todos los españoles.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios