Festejos populares

Cinco fiestas en Almería para disfrutar en enero que mezclan roscos y pólvora

  • Con el inicio del año son muchos los municipios que celebran festejos patronales en honor a San Sebastián y San Antón en los que el denominador común es el uso de carretillas y panes para honrarles

  • Cantoria arranca este sábado el calendario al que le siguen Níjar y el Día de los Chisperos el 16 y Fiñana, Lubrín y Olula del Río el día 20

Las carretillas de Cantoria iluminan las frías noches de enero.

Las carretillas de Cantoria iluminan las frías noches de enero. / Javier Alonso

El mes de enero es sinónimo de fiestas en Almería. Son muchos los municipios a lo largo y ancho de la geografía provincial que celebran sus festejos patronales en honor a santos muy arraigados como San Sebastián y San Antón. Imágenes que evocan la celebración de eventos cargados de misticismo en los que el denominador común lo conforman los roscos, la pólvora y el fuego.

Y el primero en iniciar los festejos durante este mes de enero es el municipio de Cantoria que ya está inmerso en los preparativos de una de sus festividades más emblemáticas y ruidosas: la Fiesta de San Antón, conocida por su tradicional y espectacular lanzamiento de carretillas. Ayuntamiento, Asociación Cultural y vecinos se preparan para vivir unas fiestas que, año tras año, se convierten en un referente de la cultura y tradición local mantenida generación tras generación. 

Aunque el grueso del programa se concentra en los días 16 y 17, este sábado día 13 habrá un anticipo ya que se ha organizado una exhibición de carretillas y el martes 16 la pólvora se adueñará de las calles con más de 400 personas lanzando miles de ellas. Será a partir de las 19:00 horas cuando el cielo de Cantoria se llenará de luz y color con la Tirada de Carretillas, empezando con los más jóvenes en las categorías juvenil e infantil, y culminando con los mayores de 18 años, quienes mantendrán la tradición viva hasta la madrugada. "Es esencial recordar la importancia de la seguridad y el respeto a las estrictas normativas durante estas festividades, que hacen de las carretillas unas fiestas seguras si todos cumplen con las medidas de seguridad que se imponen y sentido común de cada persona, ya sea lanzador o espectador" recalca la alcaldesa Puri Sánchez.

Las festividades concluyen el 17 con una misa y bendición de animales a las 16:00 horas en la iglesia Nuestra Señora del Carmen. La procesión y la subida a la ermita darán paso a una dulce despedida con una chocolatada para los asistentes a las 19:00 horas, seguida de un castillo de fuegos artificiales a las 20:00.

En Níjar también hay tradición por el uso del fuego y la pólvora para rendir tributo a San Antón y el tradicional ritual de purificar a los animales. Este próximo 16 de enero tendrá lugar la celebración del Día de los Chisperos desde las dos de la tarde hasta las doce de la noche.

En Níjar las hogueras y los chisperos son una tradición. En Níjar las hogueras y los chisperos son una tradición.

En Níjar las hogueras y los chisperos son una tradición.

 

Los ‘chisperos’ consisten en cañas que se rellenan de pólvora y alrededor se les lía fuertemente un hilo fino. Cuando se les prende fuego empiezan a dar vueltas de forma desordenada y siempre se orientan y dirigen hacia las personas u objetos que estén en movimiento. Los barrenos son parecidos a los chisperos pero en vez de cañas finas se introducía la pólvora en cañas de escobas, aumentando con ello el peligro.

El alcalde de Níjar, José Francisco Garrido, ha emitido un bando en el que se especifica los lugares dentro del término municipal donde se puedan tirar los ‘chisperos’: Recinto Ferial de Campohermoso, Recinto Ferial de San Isidro, el aparcamiento municipal del Camino del Campo en la Villa de Níjar y en los lugares habituales en el resto de barriadas. 

Los nijareños, mediante a esta exaltación al ruido y a la pólvora, recuerdan su afición al peligro, su amor al fuego y sus ganas enormes de divertirse, pese a todo y contra todo. Antiguamente, los mozos del pueblo comenzaban los preparativos dos semanas antes y se reunían en una casa, generalmente alquilada, para confeccionar los chisperos. Como quiera que están al alcance de mucha gente, se lanzan de forma masiva y consisten en una serie de materiales, todos ellos de pólvora, que los mozos hacen explotar.

Salida de San Sebastián de su parroquia en Fiñana. Salida de San Sebastián de su parroquia en Fiñana.

Salida de San Sebastián de su parroquia en Fiñana.

Fiñana rinde tributo a San Sebastián en una fiesta diferente, llamativa y abierta a todo el mundo el día 20 de enero. Uno de los momentos más espectaculares se produce en la salida de la imagen de la parroquia de la Anunciación. Los fieles esperan en sus inmediaciones a pesar del frío y vibran con el ingrediente mágico: nunca falta la pólvora. Desde la salida del santo hasta su encierro, los cohetes acompañan por el recorrido, pero es al inicio de este cuando se produce la mayor explosión. La plaza junto a la parroquia se encuentra rodeada por una línea de cohetes que son quemados para avisar al municipio de que San Sebastián ya está en la calle, listo para acompañar a los suyos en un religioso y largo paseo por las calles de Fiñana. A su paso, los jóvenes amenizan el recorrido con diferentes gritos como "¡San Sebas con el tracatrá! o ¡Que vea el sol! Son muchos los que consiguen llegar hasta el final del recorrido, algo que exige paciencia y esfuerzo sin duda alguna. La noche es larga, pero puede más el estar presente en una celebración con tanto carisma que las ganas de quedarse en casa. 

Y de la pólvora al pan, más concretamente a los roscos. Un manjar con el que los vecinos de Lubrín honrarán este próximo 20 de enero a su patrón San Sebastián en una de las celebraciones que mayor público atrae y que goza de la declaración de Fiesta de Interés Turístico en Andalucía y que es conocida popularmente como la Fiesta del Pan. Lo más significativo son los roscos de pan que se tiran desde los balcones durante el recorrido de la procesión de San Sebastián. Hay una gran competencia entre familias por participar en la fiesta con varias arrobas de roscos y desde cualquier rincón del municipio vienen con sus sacos repletos de pan para el santo, cumpliendo con las promesas de todo el año o simplemente para seguir con la tradición ancestral. En las calles, los jóvenes compiten por coger los roscos que luego colocan en una cuerda.

Desde los balcones de Lubrín se lanzan panes al paso de la imagen de San Sebastián. Desde los balcones de Lubrín se lanzan panes al paso de la imagen de San Sebastián.

Desde los balcones de Lubrín se lanzan panes al paso de la imagen de San Sebastián. / Javier Alonso (Lubrín)

Cuentan los textos antiguos que la fiesta tiene su origen en una época de penuria económica y enfermedad. Por aquel entonces, los acaudalados del municipio aprovechaban el día del patrón para dar alimento a los hambrientos. Lo hacían lanzando panes desde los balcones, para evitar entrar en contacto con ellos y contagiarse así sus enfermedades. La tradición ha llegado hasta nuestros días convertida en un jolgorio como hay pocos en toda la provincia. Miles y miles de personas se desplazan hasta el municipio de Lubrín cada año para vivir un festejo cargado de devoción y pasión.

Y a unas decenas de kilómetros, en Olula del Río la fiesta da un paso más respecto a los municipios anteriormente mencionados y mezcla ambos condimentos: roscos y carretillas.  En las vísperas del 20 y 23 se celebra la festividad de sus patrones San Sebastián y San Ildefonso, fiesta declarada de Interés Turístico Andaluz en 1998.

Los habitantes de Olula se dedican a recoger leña y a tapar sus fachadas ya que el 19 y el 22, durante la noche, se inicia la gran fiesta del fuego, donde vecinos, protegidos y tapados sus cuerpos, se dedican, en un recorrido principalmente por el casco antiguo de la localidad, a lanzar miles de carretillas creando un aspecto fantasmagórico de pólvora y fuego.

Previamente se han encendido lumbres en puntos estratégicos del recorrido, aunque actualmente cada barrio organiza sus propias hogueras. Una vez finalizada la tirada de carretillas, comienza la fiesta de la comida, ya que en las ascuas de las lumbres se asan morcillas, chorizos, chuletas, patatas y se bebe hasta casi de día.

El alcalde de Olula del Río, Antonio Martínez, lanzando un pan el año pasado durante los festejos. El alcalde de Olula del Río, Antonio Martínez, lanzando un pan el año pasado durante los festejos.

El alcalde de Olula del Río, Antonio Martínez, lanzando un pan el año pasado durante los festejos.

El 20, día de San Sebastián, se conmemora con una procesión muy peculiar que comienza con la salida de los Santos de la Iglesia Vieja y, cediendo su puesto a San Ildefonso, ambos Santos son procesionados por las calles del pueblo donde se les arrojan roscos y roscones desde los balcones, ventanas y terrazas por donde pasan.

Dichos roscos solo se hacen para esta ocasión, siendo promesa o tradición el arrojárselos a los Santos. La multitud que acompaña a los Santos intenta coger los roscos en el aire y se los guardan en la cintura, donde han formado una especie de saco alrededor de su cuerpo. El día de San Ildefonso se celebra el mismo ritual. En vísperas, carretillas, y al día siguiente la procesión de los roscos. Sólo que esta vez es San Ildefonso el que, por cortesía, cede su puesto a San Sebastián.

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