Con el espíritu de la idea que el mítico Mel Brooks plasmó en su Loca historia del mundo y con mucho también del universo cómico de los Monty Python, pero pasado por la coctelera del humor almeriense, los cómicos Kikín Fernández y Fernando Labordeta desarrollaron su propia narración teatral bajo el nombre de Érase una vez Almería. Una obra que se estrenó en 2023 en el Teatro Apolo y que volvió al mismo escenario después de haber triunfado allá por donde hace escala, como hizo el pasado verano en Los Gallardos, Balanegra, Sorbas o Purchena.

Esta nueva cita de la programación de primavera volvió a triunfar en el Apolo gracias a la complicidad y trabajada naturalidad de sus dos protagonistas, que se fueron repartiendo los papeles en distintas escalas a lo largo de la función y de las distintas secuencias que, hasta nueve, se van sucediendo con interludios de vídeo que ejercían de particular Delorean. El Neolítico, los fenicios, los romanos, Abderramán III, la reconquista, la Edad Moderna, un encuentro entre un bandolero y el Conde Ofalia y Marqués de Heredia, otro entre Trinidad Cuartara y Guillermo Langle y dos vecinos como colofón haciendo un repaso al último medio siglo.

Kikín Fernández y Fernando Labordeta son maestros en el arte de hacer reír y la historia, nunca mejor dicho, funciona porque si ya de por sí la situación histórica se lleva al punto de risión, las acertadas salsas extemporáneas de un futuro todavía no acontecido subrayan todavía más algunos absurdos y situaciones desternillantes. Es meritorio que, entre carcajada y carcajada, el texto ofrece un rigor preciso en algunos datos que trazan una completa información de algunos hitos fundamentales de la historia.