Hubo quien en el Siglo XX se lo pasó muy bien y habrá sentido una lógica nostalgia al leer el titular con el que abre esta doble página que busca contarle este domingo qué está pasando en Macael. Será esta una crónica para recordar lo que pasó en la primera mitad de la pasada centuria, por concretar, entre los años 1919 y 1947, en el municipio del Valle del Almanzora, bañado en mármol blanco, el que es su motor económico.

Antes de describir lo vivido ayer y anticipar lo que toca para hoy, debe usted significarse con una de las ‘dos Españas’: o cantero o cacique. Los vecinos han debido decidir quienes quieren ser, y esa elección ha sido la comidilla de las jornadas previas, para representar a sus antepasados en la batalla por el control del mármol en este rincón de Almería.

Son quienes habitualmente pueblan estas calles quienes se ponen en el papel de canteros, amoladoras, arrieros, embaladoras, carreteros, dueños de canteras, fragüeros, mujeres, niños y otros personajes representativos de una sociedad en permanente convulsión, la del Siglo XX, que se vivió con especial tensión en la sociedad macaelera.

Para el sábado, un despertar temprano. El ‘toque de caracola’ se había decretado a partir de las once de la mañana, empezando la miríada en ese momento para gusto del resto de vecinos y visitantes llegados de todos los puntos de la provincia. Para este año, el sexto en el que se realiza esta recreación histórica, se ha incorporado una novedad que pretende aportar una mayor pureza al relato que se da, como es la recuperación de la técnica de arrastrar los bloques de mármol mediante ‘cabestranos’, para lo que se ha recuperado un antiguo ejemplar de esta herramienta, siendo puesta a punto para la edición de 2024, así como se ha instalado en el escenario, decorado especialmente para recordar cómo era una cantera previa al proceso de industrialización dado en la década de los setenta.

A partir de las once y media de la mañana pudo, todo el que quiso, disfrutar de nuevas recreaciones históricas sobre técnicas tradicionales de la cantería. Todo el que quiso pudo pasarse hasta bien entrada la noche para poder disfrutar de una demostración que cada año cuenta con más adeptos. El atractivo ofertado por los organizadores, asistir a una carga de masa de mármol por una carreta de bueyes.

Tras la hora de comer, las representaciones se fundieron con las demostraciones artesanales y, a las cinco y las ocho y cuarto de la tarde, tuvo lugar una sesión de práctica de talla, que fue abierta a todo el público. Para completar la jornada, a las cinco y media de la tarde se realizó una exhibición de croquet a cargo de la Asociación de Modernistas de Cartagena.

Hoy queda el final. Por la mañana se representarán las últimas luchas entre canteros y caciques y a mediodía el pregonero será el encargado de decidir el pleito por las canteras, yendo posteriormente el discurso del alcalde, Raúl Martínez Requejo. Estallará la fiesta de los vencedores a partir de ese momento, corriendo el vino por las calles macaeleras. A las cuatro de la tarde, cierre de los bares de los canteros y toque de corneta. Se acabó. En 2025, más.