Ángel Capel tiene muchos amigos. Le conocen desde que era pequeño, le han acompañado en su caminar por la vida y ahora le apoyan incondicionalmente. En Albox todos le conocen y están orgullosos de él. Los vecinos le han adoptado como su hijo. Pese a que en estos momentos está en Barcelona, lejos de los suyos, en la Academia de Operación Triunfo, su corazón sigue latiendo en cada uno de los acordes que llegan hasta la localidad a través de la pantalla de televisión.

Se hace querer. Al menos, eso es lo que afirman sus familiares y amigos.

Ángel Capel empezó a cantar hace poco más de dos años. Su hermana Ana se mostró sorprendida por la voz y entonación del benjamín de la familia cuando le descubrieron sobre un escenario. "Un día nos empezaron a decir que hay que ver lo bien que cantaba el niño", recuerda su hermana, "pero, claro, nosotros no teníamos ni idea".

"Es una persona muy tímida, y reservada para sus cosas", señala Ana. Para comprobar que era cierto aquello que aseguraban sus conocidos, Patro Gómez, Nino Capel y ella misma decidieron plantarse de incógnito en una de sus actuaciones. No querían que les viera, por si acaso se ponía nervioso.

Sobre el escenario no era el Ángel Capel que conocían. Era un profesional de la de la canción. Poseedor de una voz que subía, bajaba y ondulaba al compás de la música. Parecía que lo hubiera estado haciendo toda la vida. Ana se deshace en elogios hacia su hermano, al que adora. "Todo lo que diga es poco para contar aquello que sentimos, lo que pasaba por nuestra cabeza en ese momento", recuerda. Marc Anthony, El Barrio o Luis Miguel carecían de secretos para el albojense. "La primera vez que le vimos, cantó de todo, desde los pasodobles típicos de orquesta hasta un popurrí de canciones".

Ángel Capel se convertía en la voz de Albox. En el hijo del municipio. La orquesta le eligió para quedarse con ellos, donde permaneció un año. Descubrió que la música le había enamorado, que se había convertido en una necesidad, en algo imprescindible y misterioso que ir descifrando. Su estancia en la banda sirvió a sus familiares para descubrir una faceta del joven que desconocían. Ana Capel sonríe al recordarlo. Ella nunca deja de hacerlo cuando le preguntan por el pequeño de la casa. "¡Parece mentira que con todo lo que baila en el escenario de la Academia, en realidad sea tan tímido!".

Cuando Ángel decidió presentarse a los cásting, le dijo a su madre que se marchaba con un amigo a Alicante, donde iba a probar suerte para entrar en Operación Triunfo. Pero se fue sólo. El albojense es una persona muy independiente, y además, no quería preocupar a su madre.

Una vez dentro, el comportamiento de Capel cambió ligeramente. Le pesaba el escenario, las cámaras. Pero él es una persona de retos y ha sabido ganarse el respeto del jurado y el cariño del público. Fans de toda España han organizado páginas en internet y clubes para apoyar al joven. "Ahora ha cambiado, le gusta moverse en el escenario, se le ve que está más a gusto con las canciones".

Una vez superado el cásting, Capel llamó a su casa. Quería contarle a su madre lo bien que le había ido en la prueba y que le habían seleccionado para ir a Barcelona. "En un principio pensábamos que lo tenía más complicado, pero ahora sabemos que realmente está ahí porque vale mucho", aseguró su hermana.

Pase lo que pase en las demás galas, esta es una experiencia que nadie va a quitarle. "Sólo hemos podido estar con él cinco minutos, un tiempo que no nos bastó para decirle todo lo que queríamos", resaltó Ana. Durante ese tiempo, pudieron leer en el fondo de los ojos oscuros de Ángel. Estaba triste. Le costaba estar separado de los suyos tanto tiempo. Pero sabe que es un sueño. Su sueño. Y que nadie va a arrebatarle esos momentos únicos. "Nosotros le vemos muchas posibilidades vocales, ¡cómo no vamos a verlas! Pero queremos que sean muchos más los que le apoyen".