La sobreexplotación del acuífero del Río Aguas, que está llevando a una situación irreversible su principal manantial, el de Los Molinos, y dejando al borde de la extinción la flora y fauna de la cuenca de Tabernas, no ha dejado se sumar agentes económicos y sociales en los últimos meses, con iniciativas promovidas principalmente por los colectivos ecologistas y la plataforma Acuíferos Vivos, pero de momento sólo ha conseguido el respaldo político de Izquierda Unida. Ni el Gobierno ni la Junta de Andalucía se han mojado a la hora de tomar medidas drásticas y urgentes con las que frenar un histórico ecocidio (suicidio ecológico) que atraviesa su peor momento. Según los datos del Instituto Geológico y Minero de España la situación de la masa subterránea es dramática y las extracciones alcanzan los 16,8 hectómetros cúbicos anuales cuando la disponibilidad es de 5,6.

En el anterior Plan Hidrológico de la Cuenca Mediterránea Andaluza la sobreexplotación era del 270% y en el actual ronda el 400% porque se está extrayendo el triple del volumen de agua que entra principalmente por el incremento de regadíos de olivos. Hace unos meses el delegado territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta en Almería, Antonio Martínez, anunciaba que se habían incoado una quincena de expedientes sancionadores a empresas y particulares por la sobreexplotación de acuíferos y pozos en la comarca del Campo de Tabernas tras realizar una inspección en una zona superior a las 5.000 hectáreas en base a la denuncia inicial de la plataforma reivindicativa sobre la más que preocupante amenaza a espacios de alto valor ecológico como los Molinos del Río Aguas y también al futuro abastecimiento de los núcleos urbanos de la comarca.

La Junta ha intensificado el control sobre los empresarios y particulares que han reprofundizado los pozos, han construido otros ilegales o lo han hecho sin concesión, pero no se han puesto sobre la mesa actuaciones con las que paliar a medio y largo plazo un atropello medioambiental que lo ha convertido en el acuífero más sobreexplotado de toda Andalucía. Desde la administración andaluza señalan al Gobierno que proyectó conducciones al campo de Tabernas desde la desaladora de Carboneras, pero la respuesta hace unas semanas del Ministerio de Medio Ambiente, además de aparcar esta actuación que había encomendado a Acuamed, es que no existe ningún acuerdo ni coordinación con otros organismos e instituciones de ámbito supramunicipal, como pueden ser la Diputación o la Junta, para actuar antes del marco 2022-2027.

Un jarro de agua fría para la plataforma y una decena de colectivos conservacionistas que están pidiendo su regeneración que les ha empujado a recurrir al Defensor del Pueblo de Andalucía y Español, al Tribunal Internacional para los Derechos de la Naturaleza y a la Comisión Europea ante lo que consideran "dejación de funciones" de las administraciones públicas y falta de interés de los partidos políticos. Tan sólo IU se ha volcado con la causa y acaba de registrar una Proposición No de Ley en el Parlamento de Andalucía para pedir a la Consejería de Medio Ambiente que tome medidas urgentes, entre las que se encuentra un estudio hídrico de las masas de agua para comprobar el nivel freático. "Desde IU solicitamos la coordinación de las administraciones para coordinar los trabajos necesarios para declarar sobreexplotado el acuífero y evitar que la población se quede sin agua antes de que sea demasiado tarde", argumenta la coordinadora provincial, Rosalía Martín, quien entiende que se debería limitar el regadío intensivo en las localidades de Sorbas, Lucainena de Las Torres, Uleila y Tabernas.

La plataforma ha organizado diferentes actividades de concienciación y reivindicación, como una mesa redonda en la que se proyectó un documental y una jornada de convivencia en el río Aguas. Sin embargo, su acción más potente es la ciber-campaña lanzada en Facebook y Twitter con los hashtags #SalvemosElRioAguas y #SusanaDiaz con las que están consiguiendo que la ciudadaníagrabe un vídeo pidiendo la Junta que tome medidas.