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"Pasé años tomando polen para superar mi alergia"

Gabriel Callejón ha hecho de su gran afición una profesión. En 1998 por medio de su gran amigo, Juan Alférez, se adentró en el mundo de la apicultura y, desde entonces, no ha parado.

Fue en 2003 cuando arrancó su andadura en el sector con la firma la Abeja Feliz, que situada en El Ejido, está produciendo miel 100% ecológica en la provincia de Almería. Sin embargo, la historia de Callejón es curiosa. Siempre ha trabajado duro y hoy día aplica la sabiduría que le ha aportado su experiencia en sectores como la agricultura o la hostelería. Finalmente, desde hace 14 años comenzó como chófer de camión como empleo habitual.

Siempre le supo a poco y de ahí que la irrupción en su vida de Juan Alférez fuera clave para complementar hoy dos profesiones que le apasionan.

Alférez es un apicultor de tradición y Gabriel comenzó a irse con él en sus ratos libres para no dejarle solo en su batalla diaria con las abejas. "Fue curioso. Empecé a irme con él porque tenía mucho interés en conocer este sector y a Juan le venía bien que me fuera con él por si le pasaba algo, ya que es alérgico a las picaduras y así tenía a alguien que le llevara al hospital dado el momento. Podemos decir que era su soporte vital", recuerda Callejón con nostalgia.

Lo más sangrante es que el propio Callejón era alérgico al polen. ¿Qué hizo? Comenzó a ingerir unos gramos de polen con una cucharada de miel diaria para vacunarse. Poco a poco fue aumentando la dosis y finalmente, desafiando a la ciencia, Gabriel está totalmente curado de esta sintomatología. "Cuando comenzamos era un auténtico show vernos en las colmenas. Él siempre con el miedo y las precauciones y yo con un paquete de clinex dentro de la careta porque los ojos no me paraban de llorar", recuerda.

Después de esta aventura, poco a poco, la empresa se fue afianzando y hoy día 'La Abeja Feliz' es una realidad. Trabajando por una producción que apuesta más por la calidad que por la cantidad.

Además, sobre su producto, estos empresarios subrayan que la certificación 'eco' del mismo, en este sentido el cliente cuenta con "la tranquilidad de que las colmenas no van a estar junto a carreteras u otros lugares donde estén expuestas a la polución. La base de nuestro trabajo y esfuerzo está en tener un producto de calidad".

Uno de los problemas es la importante exportación china en el territorio nacional de estas características y tenerlo en el mercado", explica Callejón sobre la idea que también les motivó a comercializar con marca propia y por sus propios medios.

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