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Rafia por algodón, otra alternativa en la gestión

  • Ángel Granero es un almeriense afincado en Barcelona que, conocedor de los problemas del sector, ha puesto su empresa de vendas al servicio del campo

En pleno debate sobre la necesidad de instaurar medidas efectivas para la gestión de los restos vegetales derivados de la horticultura intensiva, uno de los grandes problemas a los que se enfrenta el campo almeriense como máximo generador, la rafia se erige como el principal quebradero de cabeza.

La Junta de Andalucía ya ha perfilado un Plan de Gestión de Restos Vegetales del que aún se espera momento para su implantación y cuyo uno de sus objetivos es pasar del actual sistema de pocas y grandes instalaciones de tratamiento a otro basado en una red de plantas intermedias y puntos de recogida, con gestión independiente y facilidad para el transporte. Esta tarea no será es fácil de llevar a cabo y tendrá que conciliar la labor de sus principales actores: agricultores y comercializadoras, transportistas y los propios gestores de residuos.

Sobre la rafia, Ángel Granero Mañas, un almeriense afincado en Barcelona y socio de la empresa Pitmalla, fabricante de vendas para el sector farmacéutico, ha encontrado una solución a dicho problema. "Un día estuve con unos amigos míos en su invernadero. Empecé a preguntar sobre los problemas que tenían. Ahí fue donde me explicaron lo de la rafia y empecé a darle vueltas a este asunto", recuerda Granero.

Los animales se pueden comer las hojas, pero no este material compuesto por químicos nocivos como polietileno y polipropileno, que tan difícil es de quitar. Así, Granero pensó en conseguir otro tipo de material dada su experiencia con la empresa en la que colabora. "Conseguimos hacer una cuerda para tutorar a base de algodón, el mismo que fabricamos en la empresa para las vendas", explica sobre una fabricación que ya está teniendo otro uso fructífero en el sector pesquero. "Desde hace cinco años elaboramos mallas de algodón que hemos acoplado para la cría del mejillón. Para esta labor se venía utilizando una malla de poliamida que no se deshace dentro del mar. No se perdía y lo intoxicaba", comenta Granero sobre un problema endémico de este sector que también planteaba impedimentos a la hora de la recogida y que gracias a la malla de algodón 100% natural ha quitado un quebradero de cabeza importante en la cría del mejillón, ya que esta se disuelve en el agua y, al ser 'eco', no contamina el ecosistema.

Esta es precisamente la iniciativa planteada para el invernadero, con el que quiere patentar un material, como es el algodón 100% natural para suplir a la rafia. La idea es elaborar unas cuerdas para el tutorado con esta materia y que son fácilmente deshilachadas en hebras muy finas y que podrían recogerse de manera indiscriminada con el resto de residuos, mezclándose con estos, y pudiendo ser ingeridas por los animales sin perjuicio alguno para éstos.

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