norberto lópez

Está enclavado en la Sierra de los Filabres, a 1.380 metros de altura. Se trata del Santuario de la Virgen de la Cabeza, un lugar de culto que este fin de semana es a su vez también punto de encuentro y devoción por su Virgen. Una cita que atrae cada año a miles de fieles y devotos para participar en uno de los eventos más concurridos de la provincia y que cuenta con un amplio dispositivo de seguridad y de control por parte de la Guardia Civil.

Desde el mediodía de hoy hasta mañana, peregrinos y romeros se encaminarán hasta llegar al santuario de Monteagud, lugar donde se celebrarán misas desde la madrugada hasta el mediodía y en la que los párrocos de diferentes pueblos se irán turnando para tal cometido.

Considerada una de las romerías más importantes, de gran fervor popular, y la que mayor número de personas concentra en la provincia, su recorrido discurre por la Estación de la Virgen, que es el camino perimetral que rodea el santuario, y la inicia la Cofradía de Nuestra Señora de la Cabeza, de Benizalón. El camino está divido en catorce tramos de veintiún metros, así que a cada uno de los catorce pueblos que rodean el santuario le corresponde llevar a la Virgen.

De este modo, los representantes de Sorbas relevan a los de Benizalón, los de Lubrín a los de Sorbas, y así seguido de Albanchez, Cóbdar, Líjar, Chercos, Alcudia de Monteagud, Benitagla, Tahal, Benitorafe, Senés, Lucainena de las Torres y Uleila del Campo que la entregan de nuevo a Benizalón para depositarla en su camarín.

Una procesión que volvió a sus orígenes en 2008 tras 50 años sin realizarse.