El científico almeriense Ginés Morata, premio Príncipe de Asturias 2007 y doctor Honoris Causa de la UAL, se queda mirando, anonadado, las manos del mago Moebius. Ha dado forma, despacio y con buena letra, a una pirámide de triángulos amarillos partiendo de uno más grande. Sólo uno. ¿Cuánto tardaría usted en hacer esto? Morata sonríe y da una vuelta a la cinta de plástico con la que crear espirales que acaban de regalarle. "Si ahora me desmontaran esto, tardaría más de diez meses en volver a levantarlo, es espectacular". Está encantado. "Nunca había estado en un acto como este, parecido puede, pero igual no. Los estudiantes han disfrutado cada momento, sentados en mesas en las que se han debatido temas concretos", apunta el investigador.

Su conferencia ha sido el plato fuerte de la primera jornada de la Semana de la Ciencia que ha tenido lugar en la Sala Bioclimática de la Universidad de Almería y cuyas actividades se prolongarán hasta el viernes.

Antes de la esperada charla en el Aulario (donde no cabía apenas nadie más), la organización de la Semana de la Ciencia había preparado algunas sorpresas. La primera de ellas, leche caliente o zumo de frutas con bizcocho casero para desayunar. Una camiseta y una taza de recuerdo. Y sitios que ocupar. Todos en torno a un experto que iba desgranando uno a uno diferentes temas de actualidad, relacionados, de algún modo, con la ciencia. El profesor de Ingeniería Química, Gabriel Acién, quiso centrar su ponencia en el empleo de microalgas. Junto a él, estudiantes del IES Nicolás Salmerón entre los que se encuentra el alumno de primer curso de Bachillerato Antonio Navarro, que ve en estas intervenciones "una herramienta imprescindible para combatir el cambio climático".

A su lado, en los otros grupos, yacimientos, robótica o aplicaciones de la energía solar eran algunos de los temas desgranados poco a poco. Más tarde, pasadas las doce del mediodía, al Aulario empiezan a llegar los alumnos. Queda poco tiempo para que empiece la ponencia de Ginés Morata. Acompañado por el rector de la UAL, Pedro Molina, el vicerrector de Investigación, José Luis Martínez Vidal, y el director de la OTRI, Carlos Vargas, abordó en un interesante discurso los avances que está experimentando la ciencia en los últimos años. Ha asegurado que "hoy en día se conoce la esencia de la información biológica, como es el caso del ADN y al mismo tiempo se han desarrollado todas las técnicas para poder leerlo, aislarlo y modificarlo si así se desea. Es decir, se podría asegurar que conocemos el manual de instrucciones para poder crear desde un organismo simple hasta un ser humano", tal y como ha señalado el científico almeriense que actualmente desempeña su labor profesional en el CSIC.

Dentro de 1.000 años, ha asegurado, la sociedad mirará al siglo XXI como un periodo de transición en la biología, ya que hasta ahora, toda la especie humana era el resultado de una evolución natural.