Almería

Enaguas sugerentes y peleas en el 'saloon' en un corto en Fort Bravo

  • Los trabajadores de la empresa de venta de semillas, Rijk Zwaan, rodaron 'Can Can Guns' en el poblado y en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar · Un total de 50 personas participaron en la grabación

Un sugerente baile de can can, forajidos, un sheriff con sus ayudantes, se para la música y empieza un altercado en el saloon con sorpresa final. Es parte de la historia del corto rodado por los trabajadores de Rijk Zwaan Ibérica (empresa especialistas en investigación y venta de semillas de frutas y hortalizas) en el poblado Fort Bravo de Tabernas y en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar.

El equipo de Can Can Guns está formado por aproximadamente 50 personas, incluyendo a los niños. La dirección artística ha corrido a cargo de Braulio Moreno, la cámara por parte de David Arévalo y la directora de producción ha sido Helena Piñar. "Hay muy buenos talentos, algunos ya los vimos en el anterior corto El Post It y otros nos han sorprendido este año. El grupo está compuesto por los empleados, pero también han participado familiares y algunos amigos dentro del equipo técnico", describen.

Los directores explican cómo surge la idea: "Es una afición que algunos compañeros compartimos. Ya el año pasado nos juntamos para hacer un corto. Nos lo pasamos tan bien y nos gustó tanto que este año estábamos dispuestos a repetir. Cuando se lo comentamos los jefes estaban encantados".

Los responsables del corto aseguran que este tipo de actividades une a los trabajadores: "La experiencia ha sido fantástica, nos ha unido más. El día del rodaje no éramos compañeros, éramos una gran familia. Todo el mundo compartía sus bocadillos, sus bebidas...".

Esta historia deja un mensaje para hacer pensar al espectador: "Muchas veces nos ofuscamos con un problema que se nos presenta y al final perdemos de vista uno mayor", aseguran. "Piñar que fue la encargada de lanzar una propuesta de guión y poco a poco los participantes aportaron modificaciones que lo mejoraron mucho".

Los tres directores recuerdan que lo más complicado de rodar fue "las escenas de peleas" y lo mejor de toda la grabación fue que " todo el mundo se lo pasó tan bien que incluso algunos actores salen riendo mientras se pelean".

Con ilusión, dicen que este trabajo lo quieren mostrar en certámenes de Almería "aunque sólo sea para vernos en la "gran pantalla. Desde el mismo momento en el que terminamos Can Can Guns queremos rodar otro corto".

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