Almería

Almería busca la apertura pública de la antigua estación de trenes

  • Adif se compromete con el alcalde de forma verbal a ceder el uso del emblemático edificio · Sobre la mesa de Fomento estará en los próximos días la petición formal de Luis Rogelio Rodríguez-Comendador

Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1995 y apenas seis años después cerró sus puertas. Durante una década, la sociedad almeriense ha lamentado el desuso de la antigua estación del ferrocarril, una joya arquitectónica del siglo XIX que singulariza a la capital. Pero este desatino monumental tiene sus días contados. El alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, ha obtenido un compromiso verbal de Adif para la cesión de uso de la vieja estación en beneficio de la ciudad. El regidor prepara una petición formal por escrito a remitir en los próximos días al Ministerio de Fomento, que se plasmará en la rúbrica de un histórico acuerdo.

Después de llamar durante años a las puertas del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Luis Rogelio Rodríguez-Comendador podrá ver cómo se hace realidad uno de los grandes retos que se impuso cuando tomó por primera vez el bastón de mando de la ciudad. Reacio a decirlo, a la espera de contar con la contestación afirmativa por escrito, el alcalde reconoció a Diario de Almería, casi con calzador, el haber emprendido nuevas conversaciones con Adif y Fomento para la apertura de la estación sin que esté condicionada al proyecto del soterramiento de las vías del tren. "Esta vez hay buena sintonía", sonrió Rodríguez-Comendador, quien acabó por confirmar el compromiso verbal y la petición por escrito que cursará a Fomento. Será, desde luego, la guinda a los 30.000 metros cuadrados de suelo que, desde el Cable Inglés hasta la estación, cederá Adif a la ciudad para la creación de un gran corredor verde o bulevar. El colofón será este emblemático edificio abierto a la ciudadanía para su uso cultural mientras que el soterramiento no llegue.

Fomento compensaría de esta manera el retraso de la desaparición de la playa de vías por recortes presupuestarios. El Administrador de Infraestructuras, durante el anterior Gobierno, se había mostrado reacio a ceder el uso del antiguo edificio, que en los planes del soterramiento figuraba como el vestíbulo de entrada de la futura nueva estación con un aprovechamiento comercial. Una solución ésta aplicada en otras capitales donde las antiguas estaciones se han convertido en centros comerciales dada las dimensiones y sus estratégicas ubicaciones.

El Ayuntamiento, sin embargo, siempre ha defendido el uso cultural, acorde con las reclamaciones ciudadanas y de colectivos como la Asociación Amigos del Ferrocarril que, desde años, dan cuenta del progresivo deterioro del BIC y reclaman su apertura al público.

Cómplice con las voces críticas al incomprensible cierre de la antigua estación, pese a la ventaja de Almería de contar con la intermodal, que absorbe las necesidades ferroviarias y deja totalmente libre el emblemático edificio, el alcalde se propuso en 2006 la obtención de uso. El primer escrito fue remitido al director de Patrimonio del Estado, departamento adscrito al Ministerio de Hacienda y Economía. Es el comienzo de una retahíla de cartas dirigidas a la Junta de Andalucía. La petición pasó por las manos de las Consejerías de Presidencia, Economía y Hacienda, y Cultura, para regresar de nuevo al buzón de Adif. No hubo respuesta. En 2007, Rodríguez-Comendador retoma los contactos sin que tampoco se produjera contestación de Adif, pese haber manifestado su disposición de ceder el uso del edificio a cambio de la ampliación de la adjudicación de la estación intermodal, contrato aún vigente. Vence en 2019.

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