Almería

Hospitales sin intérpretes para los sordos por los recortes económicos

  • Las administraciones olvidan al colectivo que en la provincia supera las 4.500 personas con este tipo de discapacidad · Los trámites públicos se convierten en pesadillas de planificación de días y horas

Cuando una persona enferma lo primero que hace es ir al médico del que se espera que escuche y atienda al paciente para que lo ayude y lo cure, pero ¿qué pasaría si el médico no supiera lo que se le está diciendo porque no entiende el idioma? ¿Y si el enfermo no entendienra lo que el médico le está diagnosticando? Este es el problema con el que acaban de golpear al colectivo de personas sordas almerienses: de cuatro intérpretes de lengua signos que tenían a su disposición desde la Agrupación de Personas Sordas de Almería (Asoal), ahora mismo sólo tienen a una persona encargada del servicio y, además, sólo de lunes a viernes. "No existe el servicio de urgencias para las personas sordas por lo que si enfermaran, poco tienen o pueden hacer", asegura Javer Baños, Presidente de Asoal, y añade: "Todos los hospitales de Francia, por ejemplo, tienen un intérprete de lengua de signos en todos los centros médicos y en las administraciones también".

En época de bonanza económica el servicio de interpretación de lenguaje de signos nunca se ofertó dentro del Servicio Andaluz de Salud como un servicio para las personas sordas, sino que siempre ha sido subvencionado desde la Delegación de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía a la Federación Andaluza de Asociaciones de Personas Sordas (FAAS), pero ahora, sin subvención, el servicio se ha cortado durante el mes de agosto y los responsables de Asoal no saben si podrán volver a reanudarlo de nuevo a partir de septiembre y desde la delegación nadie se pronuncia claramente.

Asoal está conformada por 210 socios, pero en Almería y provincia se tiene el censo de unas 4.500 personas sordas o con problemas de audición. Estos datos señalan, por tanto, que existe una parte de la sociedad almeriense que queda excluída de un servicio normalizado en lo que se refiere a asistencia sanitaria.

Si una persona sorda enferma y tiene que ir al médico, las barreras comunicativas empiezan desde el mismo momento en el que entra en el Hospital: "Primero tiene que hablar con una persona que no entiende ni sabe lenguaje de signos en la recepción mediante notas escritas, pero es que luego para llamarlos para entrar a consulta lo hacen desde megafonía y ¿cómo lo van a oír? Y lo peor, ¿cómo sabes a qué consulta tienes que entrar?", se pregunta Baños y añade: "Si tuviéramos un intérprete en el hospital, esto no ocurriría porque ésta escucharía e iría a buscar al enfermo en cuestión". Tras traspasar la segunda barrera comunicativa, empieza la tercera: "Al entrar en la consulta, directamente, tanto el médico como la enfermara se quedan parados porque no saben cómo actuar. Otra vez tenemos que empezar a utilizar notas para comunicarnos". Además, está el problema de los términos que se usan en medicina que suelen ser de lenguaje bastante especializado que las personas sordas no conocen o nunca han visto escritos. "Sabemos que la sociedad no se puede adaptar por completo a nosotros, pero sí que luchamos por que las personas hagan un esfuerzo por nosotros porque nosotros ya lo hacemos por ellos", afirma el presidente de Asoal: "Lo único que pedimos es un acceso mínimo de lengua de signos, tampoco pedimos tanta cosa".

Este servicio de urgencias para las personas con discapacidad auditiva o sordas totales, también sirve para temas tan básicos como el registro dentro de administraciones o poder llamar a la policía: "Si una persona necesita llamar a la policía porque tiene algún problema, acudiría a la intérprete del servicio de urgencias, pero si se unen dos urgencias al mismo tiempo, ¿cómo lo hace la única intérprete?", se pregunta Javier Baños.

"En Andalucía sólo hay un Ayuntamiento que tiene una intérprete y ese es el de Málaga. En Almería no sólo nos dejan sin subvenciones, sino que el Ayuntamiento no quiere ni oír hablar de proyectos que nos incluyan dentro de sus planes", asevera Baños: "Les presentamos tres proyectos hace menos de un mes: uno tenía que ver con el taxi, y nos dijeron que no, de hecho, al final fue Tele Taxi los que a título personal se pusieron en contacto con la asociación para incluir un servicio de Whatsapp y que las personas sordas pudiéramos pedir un servicio sin un intérprete".

Lo cierto es que en La Noche en Blanco, por ejemplo, no hubo ninguna actividad adaptada a este colectivo y "los niños, por jemplo, no pudieron disfrutar de los espectáculos de títeres y marionetas porque no se pensó en el colectivo de personas sordas. Los adultos más o menos nos defendemos, pero los niños... Pedimos este servicio y no se nos ofreció. Esa noche hubo doscientas personas que quisieron participar y no pudieron", afirma Javier Baños. "De hecho, somos nosotros los que tenemos que llamar al Ayuntamiento cuando se acerca la feria para ofrecernos, gratuitamente, para traducir el pregón de feria para que las cerca de treinta personas sordas que normalmente van a verlo, puedan entender lo que se dice", afirma el presidente de Asoal, y se queja: "Nosotros también somos almerienses pero: ¿por qué no se piensa en nuestro colectivo?".

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