Con nocturnidad y alevosía, esquivando la vigilancia ocasional desplegada por las protectoras de Almería y aprovechando las horas menos transitadas de la noche. Así actúan los ladrones de perros que ya se han llevado unos cuarenta canes para emplearlos, casi con toda seguridad, en peleas ilegales. Los sustraen de todas las razas, edades y tamaños, aunque últimamente se están decantando más por "las razas que son más agresivas", según explicó Carlos Mendoza, de la asociación La Rata para quien estas sustracciones responden a "actividades ilegales porque lo que sí es seguro es que no se los llevan para darles besitos en casa". Los últimos que robaron fueron dos pitbull hace aproximadamente dos semanas. "La política que ha adoptado la perrera tras los últimos acontecimientos, es la de sacrificar a los perros de raza peligrosa mucho antes, para evitar el que los lleven", señaló Mendoza. Los ladrones suelen entrar por la valla debido a la escasa altura de la misma y una vez dentro tienen acceso fácil a los habitáculos de los animales, según explicó el representante de la asociación.

Con el paso del tiempo, los cacos han mejorado su técnica. Ahora van perfectamente equipados, preparados para cualquier eventualidad. Llevan herramientas para romper las jaulas y saben cómo y cuándo deben entrar en el centro, tal y como aseguran los miembros de La Rata.

La protectora Almariya también ha querido implicarse en la lucha contra los ladrones de animales en la perrera. Mercedes Hernández, una de las personas encargadas de la asociación ha mostrado su "rechazo total y absoluto ante unas actividades que muestran lo más desagradable del ser humano". Con este objetivo han enviado varios comunicados a los medios de comunicación para que "difundan la historia de unos animales que no pueden defenderse". Almariya ha centrado su particular lucha contra los robos en exigir controles con cámara, seguridad y un vigilante que asegure el bienestar de los perros aunque "es cierto que es menos golosa la historia de unos perros callejeros que andar por ahí inaugurando cosas", según Hernández que ha pedido a los políticos "más implicación" y a los ciudadanos "que dejen constar su indignación por este tema en la web del Ayuntamiento" aunque ha valorado la importancia del trabajo de quienes se encargan del centro zoosanitario a quienes ha catalogado como "buenos profesionales". Hernández ha recordado que este caso no es único en Almería, y que en ciudades como Granada también se están produciendo irregularidades en la perrera.

Dentro de las iniciativas que está estudiando la protectora Almariya se encuentra la puesta en marcha de un grupo de voluntarios que vigilen las proximidades del centro zoosanitario y que ya está actuando.