Almería

'WhatsApp' y 'Facebook', una creciente adicción en los menores

  • El mal uso de las nuevas tecnologías sin un control de los padres y sin límite horario las convierte en una nueva droga juvenil

En la denominada y actual sociedad de la información, las nuevas tecnologías se han convertido en una extraordinaria herramienta de información y comunicación. Su uso ha revolucionado la forma de relacionarse en el mundo desarrollado, con nuevos patrones que los jóvenes adquieren velozmente, ávidos de sentirse parte de un grupo que se comunica con un lenguaje y unos instrumentos propios.

Más allá de sus indudables beneficios, el uso de internet, del móvil o de los juegos interactivos, rápidamente instalados en la vida cotidiana de las familias, pueden conllevar un elevado riesgo para las personas que hacen uso de estas herramientas, especialmente para los más jóvenes y, en muchos casos, los principales usuarios de estas nuevas tecnologías.

Así lo ha advertido la directora de la ONG Proyecto Hombre de Almería, Ana Mazón, quien ha señalado que aunque la adicción comenzó a notarse en 2004, desde entonces y hasta ahora el número de casos se ha incrementado de forma significativa, especialmente entre los menores. En este sentido, la responsable del programa de menores de la asociación, Gema Plaza, ha detallado que en este momento hay un total de 40 menores que asisten a las terapias, de los cuales uno ha acudido expresamente a la ONG por problemas de adicción a los chats, teléfonos móviles y redes sociales.

El resto de usuarios, también presentan este tipo de problemas sumados a otros relacionados que desencadenan malas conductas. Y es que el uso de los más jóvenes de la casa de WhatsApp y otros chats, de las redes sociales como Facebook, Tuenti, Messenger... así como de las vídeo consolas, sin un control por parte de los mayores, puede desembocar en la adicción a las nuevas tecnologías, patología que se ha convertido en droga y a la que se denomina 'Juego Patológico'. Ésta, es consumida entre los jóvenes en la misma proporción que la cocaína (10%), tal y como indica la memoria de 2011 de Proyecto Hombre, de donde se desprende que en este grupo de población el cannabis y el alcohol siguen siendo las drogas más frecuentes (80%).

La responsable de los programas de menores ha subrayado que las familias son un pilar básico, tanto para evitar, como para superar, las adicciones a las nuevas tecnologías. "De ellas depende el grado de éxito de las terapias que realizamos". Es por ello que Proyecto Hombre cuenta con el denominado programa de 'Apoyo para las familias', transversal a todos y una de las señas de identidad y diferenciación del programa educativo-terapéutico.

En el centro almeriense se ofrecen programas específicos para familiares de afectados, tanto para proporcionar información sobre drogas como para realizar apoyo terapéutico para familiares. "Que los padres pongan a sus hijos una serie de pautas a la hora de utilizar las nuevas tecnologías dependerá que esta práctica se convierta o no en adicción". Esto no quiere decir que internet o las vídeo consolas sean malas, sino que hay que hacer un uso responsable de las mismas con un horario determinado y sin que afecte a aspectos básicos propios del día a día de un menor.

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