Almería

El final de la rambla espera una solución a su pestilencia

  • Ayuntamiento y Autoridad Portuaria mantuvieron en julio una reunión para tratar de encontrar una respuesta al pésimo estado de toda la zona

La desembocadura de la rambla aún espera una solución a su pésimo estado de conservación. Conforme pasa el tiempo, este se va haciendo cada vez más complejo de solucionar y lo que iba a ser un "ejemplo de una ciudad que vive de cara al mar" como se dijo en el momento de inaugurar el entorno de la ballena, corre el más que serio peligro de convertirse en un catálogo de desperdicios, equipamiento urbano destrozado y un canal de agua en el que es difícil concebir una pestilencia y un hedor más insoportable. En definitiva, la peor imagen que una ciudad puede ofrecer a quienes desembarcan, por ejemplo, en un crucero.

Desde la Autoridad Portuaria se reconoce que "son muchas las reclamaciones que hemos recibido de ciudadanos por el desagradable olor del final de la rambla, así como lo sufrimos todos los trabajadores y personas que se mueven en el entorno, sin dejar pasar por alto la mala imagen que ofrecemos a los turistas de cruceros y a los usuarios del Club de Mar".

El Ayuntamiento respondió a estor requerimientos y en el mes de junio se mantuvo un primer encuentro con el concejal Manuel Guzmán con la intención de resolver el problema. El encuentro "fue positivo porque en el animo de las dos partes está el deseo de acabar con los malos olores y se puso de manifiesto la intención de buscar soluciones técnicas", afirman desde el puerto y añaden que se acordó que se produjera "una reunión a nivel técnico entre ambas administraciones para estudiar la propuesta técnica que ofreciera una solución al problema".

Esa reunión se produjo en el mes de julio y en ella se abordó la problemática de los malos olores de la rambla de Belén. Estos son producidos por la acumulación de fangos y detritus de la red de alcantarillado municipal. Existe una estación de impulsión de residuales en la desembocadura al margen izquierdo del puente, "que cuando se avería o cuando el aporte es mayor que su capacidad de bombeo, se desborda a un aliviadero que por un emisario descarga a 100 metros dentro del puerto. Estas descargas no se diluyen y dada la configuración del canal son arrastradas y se acumulan dentro de él, en la desembocadura". Asimismo añaden que "la red de alcantarillado del casco histórico, no es separativa y recoge tanto las fecales como las pluviales. Cuando llueve se producen grandes arrastres dentro de la red que desbordan el aliviadero del bombeo de la rambla y se vierte al puerto, acumulándose posteriormente el aporte de sólidos de manera natural por el oleaje y los vientos dominantes en el canal de la rambla".

Por ello proponen "dar una solución técnica al vertido debido a las lluvias para evitar que se produzca y acometer una reforma de la configuración del canal , que está muy degradado (luminarias, losas de piedra caídas al agua, instalaciones del géiser y fuentes abandonadas, eliminando parte del mismo para favorecer la regeneración del agua que por las lluvias fuera aportada evitando el depósito de lodos, en tanto se resuelve definitivamente la separación de las pluviales en el casco histórico".

Cualquier idea antes de seguir soportando un entorno tan degradado como el actual.

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