Almería

Monasterio de la Purísima (V): Asentamiento

  • Desplazamiento. Tras largo y penoso viaje desde Torrijos (Toledo), en 1514 arribaron las cinco monjas concepcionistas que -de manera oficial- al año siguiente fundasen el de Almería

AUNQUE afortunadamente no todas las fuentes se cegaron, en los desmanes sufridos por el convento durante la cruenta e incivil guerra del 36, la destrucción de su archivo no fue de las pérdidas menos leves del patrimonio monjil. El acto vandálico nos privó de cuatro centurias de documentación referida a la historia de la Orden y aún de la propia ciudad de Almería: escrituras públicas, arrendamientos, colonos y cosechas; adquisición de enseres e imaginería (incluida la hermosa talla de La Purísima que embellece el barroco retablo principal de su recoleta iglesia), censos, libro de enterramientos en su privado cementerio; bulas, obras pías, fundación de capillas y, especialmente sensible para el caso que nos ocupa, del manuscrito inédito redactado en 1676 por fray Antonio de Torres ("Crónicas de la seráfica Provincia de Granada") atendiendo a los recuerdos y vivencias atesoradas por la provisora sor María Arroyal. Una salvajada que a nada condujo ni a nadie benefició y que ahora nos habría aclarado dudas en cuanto a nombres propios y fechas, que si bien no altera la esencia del relato es causa, a veces, de puntillosas disensiones historicistas.

Tras la permuta que realizó ("por algunas justas causas") Teresa Enríquez, viuda de Gutierre de Cárdenas, del convento de clarisas por otro de la misma Regla Seráfica de San Francisco, pero distinto grado de observancia, previsto por el Comendador de León, en su archivo se custodiaba igualmente la escritura de posesión por parte de la comunidad concepcionistas Al manuscrito que la cita tuvo acceso Dº Francisco Jover, Cronista de la Ciudad, dándolo a conocer a la prensa bajo el título "IV Centenario del Convento de la Purísima".

PIONERAS

Después de demorada espera, el 9 de junio de 1515 se firma el documento de cesión del monasterio en el domicilio del vicario Diego de Espinosa, ante el Escribano público del Concejo Cristóbal de Biedma, quien verificó la exactitud y legalidad de todas las posesiones según lo anotado en el Libro del Repartimiento.

El traslado de las cinco fundadoras (cuatro profesas y una novicia) tuvo lugar en 1514 desde Torrijos (Toledo), segunda Casa tras la de Toledo capital, fundada por santa Beatríz de Silva, ocupando a renglón seguido las huertas y torres propiedad anterior de los ricos mudéjares Abostid, Juaní y Toledatolí. En dicho manuscrito desparecido se señala que el viaje -lleno de peligros y vicisitudes- lo hicieron en literas, acompañadas de Teresa Enríquez. Esta abandonó la ciudad al concluir los trámites descritos. Si esto ocurrió así, debemos interpretar que "La loca del Sacramento" residió aquí varios meses; algo harto inverosímil (¿o sí?) dadas sus muchas obligaciones seglares y religiosas y las derivadas de la educación de su único hijo, Diego, primer duque de Maqueda y adelantado del Reino de Granada.

Sea como fuese, el cortejo llegó a las puertas de Almería, "cambiado las literas por sillas de mano", siendo recibidas "con grandes agasajos y honores por el vecindario y autoridades eclesiásticas y civiles, como correspondía a la que conservaba para su Casa y descendientes el título de Alcaide de la Ciudad". Es previsible que en primera fila se encontrase el Padre Guardián (superior) del convento masculino de Franciscanos, clero catedralicio y el regidor Ochoa de Careaga, este encabezando al Concejo municipal. Seguidamente ocuparon las casas que le estaban preparadas, "dedicando a capilla uno de los cuartos de clausura de que se servían todavía en 1775". Entiendo que esta es la fecha aproximada en que fue abierta para culto propio y público la íntima y bella iglesia-conventual que hoy podemos admirar.

CENSO PRIMERO

Transcurridos cinco centurias cobra valor histórico la filiación de aquellas primeras moradoras, bastión inamovible de quienes prontamente celebrarán el V Centenario dedicadas a la oración y vida contemplativa. Las relaciono esperando no equivocarme como cuando hace unos días ofrecí el padrón actual, en el que a la hermana de menor edad (26 años), Mª Luisa Saldaña, le añadí seis más. Respeto la redacción de la que me nutro, es decir del manuscrito antedicho, vía Francisco Jover Tovar (Almería, 1855-1922):

-Sor María de San Juan, que fue hija de don Juan Bañares; que desde su más tierna edad demostró una gran piedad, repartiendo sus ropas con los pobres y que profesó en el convento de Torrijos; allí conoció a doña Teresa Enríquez y le cobró tanta afición que todo lo hacía consultándola. Durante todo el viaje a Almería la acompañó en su litera, y al llegar fue su primera abadesa.

La fama de sus virtudes y de su saber fue muy grande; aumentándose en ésta por las muchas limosnas que repartía, hasta el punto de llegar noticias a la Corte y merecer la extraordinaria distinción de que la Emperatriz madre de Felipe II, desde Valladolid, le enviara (mayo, 1527) las primeras ropas que había de llevar este recién nacido para que las hiciera de encajes.

El duque de Veragüa, a su paso para Orán, la consultó sobre su empresa; así como el conde de Alcaudete, dando a ambos valiosos consejos y prevenciones y prediciéndole a éste su derrota. Los condes de Berlanga, y tantos otros, consultaban con ella desde la Corte, pues su fama fue extraordinaria, hasta el punto de ser citada por fray Arturo Daza en el capítulo 19º de "Historia de San Juan de la Cruz", de quien era amiga y corresponsal.

En el periodo de su gobierno sufrió Almería un terrible terremoto el 22 de septiembre de 1522, cuando se destruyó la Catedral y tantos edificios, corriéndose gran riesgo de perecer, pues quedó presa por los hábitos entre dos muros cogida de la mano de la niña María de Santiago, con la que pudo salvarse. Después tuvo que sufrir el otro terremoto de 22 de abril de 1550. Falleció el año 1565, a los 74 de edad.

-Sor María Guzmán que vino como novicia desde Torrijos y profesó en este convento. Está citada en el Martirologio por el cronista Fray Artero y por el analista de la Orden, tomo 4º

-Sor María de los Robles y de la Columna, que vivió en el siglo casada con el Alcalde Mayor de la Puebla de Montalbán, de quien quedó viuda con un hijo. Tomó el hábito en Torrijos, viniendo a esta como fundadora; el cual gobernó durante 25 años como abadesa. Era mujer muy humilde y falleció en 1566, a los 70 años de edad.

-Sor María de Morales que también había tomado el hábito en Torrijos, vino a este monasterio y vivió hasta 1568, falleciendo a los 65 años de edad

-Sor María de la Asunción era de una honestidad tan extraordinaria que se ¡negó a que ningún médico le tomara el puso! Falleció por el año 1570.

Además de estas señoras fundadoras, disponemos de un siguiente listado de quienes profesaron en los siglos XVI y XVII. Mañana continuaré, incluyendo hermanas ya nacidas en Almería; cinco de las cuales marcharon a Guadíx en el proceso expansivo de la Orden por el antiguo Reino de Granada.

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