La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Almería dio ayer el pistoletazo de salida a una nueva Romería que concluirá el próximo lunes con la celebración de Pentecostés.

Ayer tuvo lugar la ya tradicional Misa de Romeros con la que todos los hermanos, peregrinos y romeros se despiden para comenzar el Camino hasta las marismas. A las 11:00 comenzó la Santa Eucaristía en la Iglesia de San Pedro Apóstol. El párroco y consiliario de la hermandad, Esteban Belmonte Pérez, fue el encargado de oficiar la Misa.

Durante la misma, intervino el Coro de la hermandad que volvió a deleitar con sus voces e hizo más rociera que nunca la Eucaristía. También participó la Escuela de tamborileros de la corporación capitalina. Casi una hora más tarde, el Simpecado fue recogido del Altar para ser entronizado en su carreta y despedirse de su sede, a la que no volverá hasta el martes 10 de junio.

Después de la subida del mismo a la carreta dio comienzo la salida de carretas. Los cohetes anunciaron el acontecimiento en el que confluyeron multitud de peregrinos. Los caballistas abrieron el cortejo. La Escuela de Tamborileros de la hermandad, que estrenó nuevo uniforme para la ocasión, rezó con sus sones rocieros durante todo el recorrido.

Tras salir la carreta, tirada por bueyes, hasta Plaza Flores, la hermandad hizo su primera parada obligatoria a las puertas de la Iglesia Parroquial de Santiago. Allí realizó una ofrenda floral a la Virgen de la Soledad, cofradía hermana de la corporación rociera, y le cantaron a la decana de Almería. Posteriormente, la corporación se dirigió hasta el Paseo hasta llegar a General Tamayo y visitar el Santuario de la Patrona, donde fue despedida la corporación rociera por la Hermandad de la Virgen del Mar. Las camareras postraron un ramo de flores ofrecido por la hermandad rociera a las plantas de la Madre de los almerienses.

La hermandad prosiguió por la calle Real, donde tuvo lugar la petalá organizada por el Grupo Joven, y Eduardo Pérez para realizar la tercera de las visitas obligadas en su despedida. La corporación fue hasta la Catedral para visitar al Patrón de la ciudad, San Indalecio, al que también regaló un ramo de flores. Tras esto, la comitiva se dirigió hasta la Plaza del Ayuntamiento donde tuvo lugar la tradicional convivencia y, como novedad, este año también la pernoctá. A las 23:00 horas se rezó el Santo Rosario en la Plaza de la Administración y a las 00:00 horas comenzó la velada al bendito Simpecado.

Esta mañana, la corporación celebrará la Misa de Alba a las 09:00 horas de la mañana en la Plaza Vieja. La Eucaristía será oficiada por el consiliario, Esteban Belmonte. Seguidamente se producirá la despedida de la hermandad rociera que partirá hasta el pueblo de Fiñana, donde la corporación llegará sobre las 12:00 horas y se rezará el Santo Rosario. Allí tendrá lugar el almuerzo y convivencia con todos los fiñaneros que así lo deseen. A las 14:00 horas, la hermandad saldrá hasta Güadix donde la corporación pasará la noche, segunda de camino. A las 00:00 horas será el rezo del Santo Rosario.