Las fiestas del barrio de La Cañada acabaron ya hace más de una semana, pero, para algunos de los feriantes que se desplazaron hasta este punto de la capital, su emplazamiento en la zona acabó hace poco, concretamente, el pasado martes. Los comerciantes tenían permiso para ocupar un solar de propiedad municipal durante el periodo de la celebración, pero no más allá, y eso fue, precisamente, lo que incumplieron algunos, que postergaron su marcha, seguramente hasta encontrar el momento de acudir a los siguientes festejos.

Pero la estancia no se alargó demasiado en el tiempo gracias a la colaboración vecinal, pero, sobre todo, al trabajo realizado por una revista www.lacañada.es (La Cañada Universitaria), quien dio la voz de alarma al Ayuntamiento para que actuara. Tras realizar varias fotográficas en las que demostraron aspectos, algunos no muy cívicos como enganchar una manguera de agua a una de las tomas de salida de una casa del barrio, acudieron hasta las instancias municipales para hacer llegar al Ayuntamiento su malestar, pues también se quejaban de malos olores y basura en puntos en los que no debía estar.

Así, tras varios días de acampada. La Policía Local se presentó en el descampado municipal Carlos V y fue entonces cuando los feriantes comenzaron a abandonar la zona. Las áreas municipales encargadas de desarrollar este trabajo fueron Participación Ciudadana, del concejal Juan José Segura, y Movilidad y Seguridad Ciudadana, de María Muñiz. Cuando los comerciantes que permanecieron varios días allí se marcharon, llegaron los equipos de limpieza del Consistorio almeriense y procedieron al arreglo de la zona, que estaba en unas condiciones un tanto escasas de higiene tras estos días.

Los vecinos denuncian que esta situación ya se ha repetido algunos años atrás, aunque no con tantos días de permanencia en la zona, así que piden que no vuelva a producirse, pues si ya, para muchos, en estas fiestas hay que lidiar con ciertos inconvenientes, los que se producen después por motivos como este despiertan el enfado de los ciudadanos de este barrio de la capital almeriense.

Otro lugar donde se produce algo similar es en el entorno del mercadillo de la Vega de Acá. Los solares municipales están plagados decajas y demás residuos que se generan semanalmente con esta actividad.