Almería

Más de 5.000 cuidadores no profesionales de dependientes ya no están dados de alta

  • El Gobierno regaló la afiliación a la Seguridad Social en 2007 y desde el año pasado los familiares tienen que pagarla de forma íntegra

El número de cuidadores de personas dependientes no profesionales (normalmente familiares) afiliados a la Seguridad Social prácticamente ha desaparecido en apenas tres años. A finales de 2011 se contabilizaban en la provincia de Almería 5.500 y en abril de este año apenas quedaban ya 500 personas, un 90,9% menos, según los datos facilitados por la Subdelegación del Gobierno a este periódico. La tendencia es general en todo el país, no es algo extraño que haya ocurrido sólo en Almería. Y la explicación es fácil, clara y concisa. El Gobierno concedió un regalo en 2007 como compensación a su esfuerzo, dedicación y humanidad, y en 2012 se lo quitaron.

Una de las ventajas de la Ley de Dependencia que aprobó el gobierno de Zapatero en 2007 era que los cuidadores no profesionales que fueran reconocidos como tal eran dado de alta de manera automática por la Seguridad social y el Gobierno se hacía cargo del coste, por lo que al cuidador le salía gratis. Era una forma de animar a estos familiares que tienen una gran carga encima y reconocer, en cierta forma, que lo que hacen también se podía considerar un trabajo.

Pero llegó la crisis, los recortes y esta medida, amparada en el Real Decreto 615/2007, se frenó en seco con la entrada en vigor del Real Decreto Ley 20/2012. En ese texto se señalaba que el convenio especial de cuidadores no profesionales se extinguiría el 31 de agosto de 2012. Si alguien quería seguir dado de alta, desde septiembre hasta diciembre de aquel año la Seguridad Social aplicaría una reducción del 10% de la cuota, el Estado pagaba un 5% y el cuidador (familiar) tenía que pagar el 85% restante. Esta medida provocó que, a finales de 2012, se redujera el número de afiliados en Almería hasta superar ligeramente el medio millar. Y a partir del 1 de enero de 2013 ya no había ningún tipo de bonificación y el cuidador tenía que pagar la totalidad de la cuota a la Seguridad Social, lo que provocó otro descenso hasta los 500 actuales.

Estar dado de alta da el derecho al cuidador no profesional a prestación por jubilación, incapacidad permanente o a dejar algo a los familiares en caso de muerte.

Puede resultar atractivo, máxime si se tiene en cuenta que muchos de estos cuidadores tienen una dedicación exclusiva a su familiar dependiente y no poseen otro trabajo. No obstante, precisamente por eso, se les hace muy difícil pagar cada mes la cuota a la Seguridad Social y a eso hay que añadirle que las ayudas económicas a los dependientes son lentas y escasas, por lo que no le salen las cuentas.

La aplicación de la Ley de Dependencia está haciendo aguas por falta de dinero. Lo denuncian los afectados, las asociaciones y lo reconocen hasta los propios políticos.

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