La elegancia, marcar la diferencia y la creatividad en cada pieza. La diseñadora almeriense Luisa Manzanares ha lanzado su segunda colección de sombrerería de alta costura bajo el nombre de Musha con el objetivo de exportarla internacionalmente.

Manzanares recuerda cómo surge la idea de dedicarse al mundo de la sombrerería: "Fue casi por casualidad. Fue en 2011, ante una decisión de cambio laboral y no tener muy claro qué hacer, opté por darme un tiempo, y decidí pasar una temporada en Londres. Asistí a clases de idioma pero me di cuenta de que se aprende hablando con gente que lo domina, así que decidí inscribirme en algún curso con ingleses. Siempre me había interesado el diseño y casi por casualidad, aprovechando que estaba en el Reino Unido donde este sector es importante, me decidí a formarme en el sector de la sombrerería. Busqué una escuela oficial, preparé una prueba de acceso y a pesar de que era difícil la comunicación, por mi nivel de inglés, conseguí ser aceptada. Mientras estuve en Londres, seguí formándome, perfeccionando técnica, en escuelas privadas y en la University of the Arts London. Y a mi vuelta a España, decidí seguir el camino de la sombrerería".

La creadora describe la esencia de este tipo de piezas: "La sombrerería tiene magia, es ver como de un material plano, sin forma, y trabajándolo simplemente con tus manos sobre hormas de madera va moldeándose y tomando cuerpo. Estas bases luego son ornamentadas con flores para cada diseño. Con lo que al final el resultado es una pequeña escultura, materiales que siendo de una determinada naturaleza se moldean para conseguir una forma concreta y distinta a la de origen".

La diseñadora apunta que este tipo de trabajo es minucioso y personalizado al detalle: "Cada pieza nace con el propósito de ser única y exclusiva, fruto de un complejo proceso de elaboración artesanal. La exclusividad empieza en la selección de los materiales procedentes de todo el mundo, siguiendo en el diseño exclusivo y culminando en el proceso de elaboración manual en todas sus fases. Mi cliente es alguien que busca un diseño muy exclusivo. Es alguien que no busca un simple tocado, busca una pieza que le aporte distinción. Yo elaboro piezas de edición limitada a una unidad".

El objetivo es que el trabajo de Manzanares se conozca mundialmente: "El objetivo internacional es ambicioso, con un determinado plan de internalización importante, donde empezaremos por países consumidores de lujo y alta costura y obviamente también por aquellos países donde se reconoce el trabajo artesano de estos diseños y en los que el uso de este tipo de complementos está más arraigado".

El tipo de cliente que accede a los diseños de la creadora es alguien que quiere una pieza única: "Contamos con diseños de distintos precios, pero no olvidemos que hablamos de alta costura, de trabajo artesano, de sombrerería. Hacemos sombrerería a medida con lo que el cliente, cuando solicita información sobre un determinado diseño personalizado, recibe presupuesto, que obviamente está basado en la complejidad del diseño y el tipo de ornamentación del mismo".

La diseñadora explica que es un trabajo especial porque "aúna innovación y tradición recuperando las técnicas tradicionales de la sombrerería, con hormado sobre madera y confección completamente artesanal y manual, para crear diseños actuales y originales. Utilizamos hormas de madera talladas por un experto "formier" en las que los materiales se adaptan manualmente mediante la aplicación de vapor. Las piezas se cosen a mano con especial cuidado en sus acabados". Manzanares lanza su segunda colección "donde las litografías de Alfonse Mucha fueron las musas que me inspiraron. Es una colección exuberante y delicada, para un estilo femenino, audaz y elegante. Cuenta con pamelas, sombreros y tocados y además con tocados joya para novias. El termómetro que mide el éxito de esta colección es sin duda la reacción de mis clientes".