Una carpeta transparente con forma de sobre dejaba entrever un cheque-libro, uno de los pocos que recibirán este año. Es una temporada de vacas flacas para los libreros de barrio porque van a perder la principal fuente de ingresos con la que sobreviven todo el año. Pero no solo pierden las ganancias, sino que además tienen que pagar todo lo que han pedido a los proveedores: libros, mochilas, material escolar...

Los dueños de las papelerías de la ciudad aseguran que muchos colegios y asociaciones de padres están administrando la compra de libros y material escolar, haciendo competencia desleal a los trabajadores del sector.

Juani es la copropietaria de la papelería Abril, una de las que se está viendo afectada por la venta por terceros. Ha llevado a cabo muchas acciones. La última de ellas ha sido contactar con el Defensor del pueblo Andaluz y el Español.

Mandaron una carta a la Delegación de Educación para contar su problema con los libros y el material escolar. En la respuesta, la delegada territorial obvió el caso de los libros y se dirigió únicamente al material, en cuya explicación daba la razón a los colegios que están ofreciendo material en paquetes. Esta papelería se ve amenazada por las escuelas Amor de Dios y Mater Asunta, que les dejan fuera de cualquier posibilidad de venta. La forma en la que operan estos colegios, ambos concertados, es simple: los centros hacen llegar a los padres una nota que, además de tener un carácter informativo, les ofrece la posibilidad de descuidarse de la gestión del cheque-libro.

Las escuelas aseguran que el objetivo de estos comunicados es "ofrecer un servicio que roce la excelencia". Así, afirman que para la elección del suministrador del material y los libros han llevado a cabo un proceso de negociación con los principales mayoristas de material escolar.

Los centros pidieron permiso a la Delegación para administrar los cheque-libro de los niños. Desde Amor de Dios afirman que ellos "no están vendiendo nada" sino que consideraron oportuno gestionar el cheque. En relación al material escolar declaran que lo único que han hecho es buscar el más barato, y aseguran que las familias no tienen ningún compromiso a la hora de comprarlo.

Los libreros no entienden por qué no gestionan los padres el cheque, teniendo en cuenta que no tiene dificultad alguna "es como una receta del médico". Los dos hijos de esta familia de libreros han estudiado durante 13 años en el colegio Amor de Dios y se sienten decepcionados por la competencia que le están haciendo a sus padres.

Los propietarios de la libería se encuentran desprotegidos por la administración. Estos aseguran que desde que la Junta de Andalucía implantó el cheque-libro, estas empresas han ido reduciendo sus ingresos sistemáticamente porque la libertad de los padres para decidir donde compran los libros de sus hijos se reduce.

Todos los órganos administrativos les dicen que es inmoral e ilegal pero que no pueden ayudarlos. A pesar de esto, ellos no quieren quedarse quietos y seguirán luchando por lo que les pertenece, hacer llegar a los niños todo lo necesario para sus estudios.