Tras el ingreso de China en la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2002, el país dio un salto en cuanto a reformas y apertura hacia el exterior, lo que supuso un punto de inflexión en su desarrollo económico.

En este sentido, la agricultura del gigante asiático no ha sido una excepción y ha vivido una época de expansión en sus cifras de producción y tecnificación.

En la actualidad, posee un potencial fuera de toda duda en materia de producción de frutas y hortalizas bajo plástico, así como de plantas y flores cortadas, con más de dos millones de hectáreas de invernaderos. Una cifra de vértigo si se tiene en cuenta que la provincia de Almería, considerada la huerta de Europa por proveer a los consumidores del viejo continente, cultiva alrededor de 28.000 hectáreas protegidas.

China cuenta con invernaderos multicapilla, túneles plásticos más rudimentarios y otros más especializados, especialmente diseñados para ahorrar energía. Los túneles altos y bajos son utilizados mayoritariamente en la producción de hortalizas en todo el país. En el norte, donde el clima es más frío, los túneles plásticos se utilizan entre el comienzo de la primavera y finales de otoño, mientras que en el sur, donde el clima es más cálido, los túneles se utilizan durante todo el año.

En cuanto a nuevas tecnologías, los cultivos sin suelo se han desarrollado rápidamente a lo largo de los últimos veinte años, multiplicando exponencialmente su superficie, que se ha dedicado, mayoritariamente, a cultivos ecológicos y orgánicos. Los invernaderos se dedican, mayoritariamente, al cultivo de tomate, pepino y pimiento, tanto dulce como picante, berenjena y calabaza, lo que sitúa a China como un competidor natural de Almería en estos productos.

En la última década, China ha duplicado prácticamente la capacidad de producción hasta rozar los mil millones de toneladas de frutas y hortalizas, una cifra que contrasta con el potencial de España, que se sitúa en más de 13 millones de toneladas, de las que una cuarta parte se cultivan en Almería.

En cuanto a la productividad por metro cuadrado, en términos generales China está por debajo de la media almeriense.