En plena Semana de la Movilidad y tras superar cinco meses de suspensión, el Ayuntamiento de Almería ya se ha decantado por la empresa que diagnosticará cuáles son los males del tráfico en la ciudad. Los expertos de Prointec serán los que, en el plazo de ocho meses, entreguen al equipo de gobierno el compendio de problemas y posibles soluciones para conseguir reducir el abuso del coche particular y hacer de la capital una "ciudad más amable con el peatón".

Es la síntesis que ayer realizaba el portavoz de la Junta de Gobierno Local, Carlos Sánchez, tras ser aprobada la adjudicación del que será el Primer Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Almería, un "documento -decía el edil del Partido Popular- muy importante" que le costará a las arcas públicas casi 150.000 euros y con el que, puede, que los almerienses abandonen el primer puesto en el ranking andaluz de ser los que más usan el vehículo particular para ir, como suele decirse, a la vuelta de la esquina.

En esta materia, únicamente el Ayuntamiento tenía a su disposición un estudio de cierta profundidad realizado por Doymo, que ha quedado con el paso de los años totalmente desfasado. El nuevo diagnóstico, más ambicioso, permitirá a la ciudad disponer de las claves para que las múltiples intentonas municipales por aliviar la congestión vial y reinventar en este sentido una ciudad más amable sean efectivas.

El trabajo al que se enfrenta Prointec está dividido en varias fases y, según el compromiso renovado ayer por Carlos Sánchez, el equipo de gobierno y los redactores del Plan de Movilidad tendrán en cuenta la opinión de los diferentes colectivos sociales. Hasta incluso de "ciudadanos particulares que tengan algo que decir". Será, garantizó el portavoz de la Junta de Gobierno, un "plan impregnado también de todos aquellos agentes que tengan algo que aportar para conseguir una ciudad más amable -insistió- con el peatón".

El trabajo a desarrollar está divido en cuatro etapas, siendo precisamente la última la de la participación. La primera consistirá en la toma de datos urbanísticos, del transporte urbano, medioambientales, de la circulación, etc. La segunda fase consistirá en el análisis de los datos y diagnóstico de los problemas. La tercera dará como resultado el Plan de Acción con las medidas correctoras propuestas, que será sometido a exposición pública y cuyo objetivo es la reducción del consumo de combustible fósil y del ruido, mejorar la calidad de vida del ciudadano, aumentar las calles peatonales y fomentar el autobús.