La nueva bajada del Impuesto de Bienes Inmuebles, la séptima que contabiliza el Partido Popular desde 2008, quedó ayer ratificada por el Plenario por unanimidad de los tres grupos políticos con representación municipal. Esta medida, que contribuye a alejar a Almería de los primeros puestos de las capitales españolas con la contribución más cara, le supondrá al Ayuntamiento dejar de recaudar por este concepto el próximo año un millón de euros, aproximadamente.

El equipo de gobierno ha vuelto a tocar el tipo de gravamen para alivio de la economía doméstica. Los recibos del IBI a emitir en 2015 contemplarán un punto menos, pasando del 0,47 al 0,46, prácticamente el mínimo que puede establecer el Consistorio bajo su competencia. En 2008, el tipo de gravamen era de 0,775.

La medida se suma a la actual rebaja de la contribución, producto del sexto recorte del tipo más la revisión de los valores catastrales solicitada y, en el caso de las viviendas afectadas, de la devolución del catastrazo. Nueve millones en total menos recaudados.

Si bien la oposición respaldó la modificación de la ordenanza, el PSOE no perdió oportunidad para refrescar el polémico catastrazo. El debate político desembocó en el anuncio del alcalde, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, de reclamar en los tribunales al Ministerio de Hacienda la devolución de los intereses de demora que el Ayuntamiento ha tenido que pagar a los afectados por el error del Catastro, en el caso de una respuesta negativa a la solicitud que en este sentido remitió.