Tras una campaña atípica, el comienzo de la siguiente no lo podía ser menos. Mientras la cosecha del curso 2013-2014 arrojó unas cotizaciones medias por debajo del año anterior, prácticamente, en todos los cultivos, el inicio de la campaña hortofrutícola 2014-2015 en Almería ha venido marcado por unos precios en origen de vértigo en muchos de los productos, principalmente, en pepino y calabacín, a tenor de las cotizaciones que se han venido registrando en las últimas semanas.

Esto ha sido posible debido a que buena parte de los agricultores que cultivan las cerca de 28.000 hectáreas de invernaderos que posee la provincia ha sembrado de forma tardía, en torno a una veintena de días, ante la incertidumbre y el miedo a las consecuencias del virus Nueva Delhi, que irrumpió el año pasado en los cultivos bajo plástico y causó cuantiosos daños en cultivos de calabacín, llegando, incluso, al extremo de tener que arrancar numerosas producciones para evitar la propagación a otras zonas invernadas próximas hasta que se establecieron unas medidas de prevención estándar. Esta siembra tardía ha motivado una falta de producto al comienzo de esta nueva campaña hortofrutícola, lo que se ha unido al hecho de que las producciones del centro y norte de Europa, principalmente, Holanda, han terminado la cosecha antes de lo que viene siendo habitual.

El Observatorio de Precios y Mercados que elabora la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural también ha constatado este inicio fulgurante en las cotizaciones de varios de los productos hortofrutícolas almerienses, según ha recogido en sus informes sobre 'Hortícolas Protegidos de Andalucía'. Así, en el correspondiente a las semanas 40 y 41 del ejercicio en curso, explica que la campaña se ha iniciado "con cierto retraso productivo y cotizaciones superiores a las obtenidas en las dos campañas precedentes. Especialmente favorables son las cotizaciones logradas por pepino, judía verde y calabacín que superan en la semana 41 en más de 50 céntimos los precios medios de la pasada campaña", indica.

Sin embargo, en los últimos días se está registrando un descenso generalizado en las cotizaciones de todos los cultivos, incluso, en aquellos que más se habían disparado. Así, salvo el pepino francés, que continúa rozando el euro por kilo en la subasta, el pepino corto negro y el pepino Almería rondan los 50 céntimos el kilogramo. Por su parte, el calabacín, que también se había vendido en origen por encima del euro, se encuentra ahora, tanto el fino como el gordo, por debajo de los 50 céntimos el kilo.

Una tendencia que se espera que continúe así, a la baja, pues los invernaderos han empezado a cortar producto en masa y los mercados arrojan un exceso de oferta. Situación que seguirá hasta que entre el frío en Europa y el corte de las hortalizas se ralentice en el sur y se finiquite en el norte del continente, un hecho que ocurre cada año y es el que, en función de si tarda más o menos, tira por la borda o salva la campaña particular de cada agricultor.

Esta dependencia tan elevada de la climatología por parte del modelo agrícola almeriense tiene como solución, para reducir el riesgo en la medida de lo posible, la diversificación de cultivos, es decir, sembrar productos alternativos, como se está haciendo en algunas zonas como el Levante, con la introducción de la patata, la cebolla o el apio, así como de cultivos más exóticos como la papaya o el aguacate. La entrada en nuevos mercados internacionales es otra opción. Sin embargo, ambas posibilidades no se implantan de un día para otro. Y el tiempo para hacerlo y garantizar la supervivencia del campo se agota.