El Ayuntamiento de Almería reacciona a tiempo. La pelea del pasado domingo, en la que participaron medio centenar de jóvenes, no tiene por qué volver a repetirse y ya se han puesto medidas para que el gran número de visitantes que está recibiendo el parque durante estos primeros días no se convierta en problema, pues lo cierto es que salvando este conflicto, el recinto se mantiene a salvo de más trifulcas, salvo los inconvenientes típicos de cualquier espacio de ocio como este. El caso es que el área encargada de gestionar el parque, la de Servicios Urbanos y Obras Públicas, de Manuel Guzmán, ya ha puesto el caso en conocimiento de la Policía Local y la Nacional, así que ambos cuerpos patrullarán durante las tardes, entre semana, el parque y durante sábado y domingo lo harán durante la mañana y la tarde. "Salvo el problema que hubo el pasado domingo, no hemos tenido más incidentes. Es un parque grande de 41.000 metros cuadrados al que asisten miles de personas, pero existe vigilancia tanto por cámara como con seguridad privada. La gente puede ir con total tranquilidad", explica Manuel Guzmán.

En la actualidad hay colocadas cámaras de vigilancia en cada una de las entradas al parque y un vigilante durante las 24 horas (en turnos rotatorios). La intención es que el parque de Las Familias tenga la finalidad para la que fue construido, que no es otra que recibir visitadas de padres e hijos, pues las atracciones están encaminadas a ello, aunque todo el mundo es bienvenido, pues es un espacio de ocio y recreo para todos los almerienses, lo que se trata de evitar es la presencia de jóvenes con poco ánimo de civismo que intenten hacerse con el uso de las atracciones a costa de que los pequeños se queden mirando e incluso tentando la serenidad de los padres o acompañantes, que fue lo que sucedió el domingo.

Desde entonces, no ha habido ningún aviso más por incidentes en el complejo, no los hubo durante todos los días de la semana posterior a su inauguración ni desde el domingo hasta ayer miércoles y la intención es que no se repitan.

Sí que se han encontrado algunos desperfectos en el mobiliario colocado, pero no por trifulcas, sino por el uso que se les ha dado por parte de los visitantes. Nada que no pase en otros sitios. La idea es que los miles de visitantes que acudieron en masa durante los primeros días sigan disfrutando en modo calma.