Almería

Ratifican la sanción a un etarra de El Acebuche que participó en una protesta

  • No quiso entregar una ikurriña con crespón negro que exhibió por la muerte de una compañera de la banda

El Tribunal Constitucional ha ratificado la sanción que la dirección del centro penitenciario provincial de El Acebuche aplicó contra uno de los etarras que cumplen condena en la prisión almeriense, después de que este se enfrentara a los funcionarios que pretendían que devolviera una ikurriña con la que había participado en un acto de condena contra la muerte de una compañera de la banda terrorista.

Los hechos tuvieron lugar el 13 de julio de 2004, cuando ocho internos pertenecientes a ETA hicieron entrega de una instancia en la que manifestaron que iban a realizar una concentración como medida de protesta por la muerte de una compañera en una prisión francesa donde se encontraba cumpliendo condena.

Los presos se colocaron frente a la oficina del funcionario que prestaba sus servicios en el módulo portando una ikurriña con crespón negro; permanecieron en silencio durante diez minutos. Tras cesar la protesta, los funcionarios les requirieron para que hicieran entrega de la bandera a lo que se negaron. Estos cachearon a Ramón Aldasoro y le encontraron en su poder la citada bandera.

Días posteriores fue sancionado por la comisión de una falta muy grave y otra grave del Reglamento Penitenciario, ya que estimaron que la concentración "implicaba un desorden colectivo" y una "desobediencia a las órdenes de los funcionarios". Tras sucesivas alegaciones la sanción impuesta fue la de permanencia durante tres fines de semana en una celda de aislamiento, al tener únicamente en cuenta la falta más grave.

Aldasoro recurrió sucesivas ocasiones al entender que se había vulnerado su derecho a la tutela judicial efectiva, pues señaló que no le permitieron comunicarse con otro recluso, así como sus derechos de asociación y libertad de expresión.

La Sala Primera del Tribunal Constitucional hizo pública la sentencia en la que el ponente de la misma, el magistrado Pablo Pérez Tremps, denegó el amparo solicitado por Ramón Aldasoro y confirma en todos sus extremos la sanción impuesta por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias.

Ramón Aldasoro fue el primer miembro de la banda terrorista ETA extraditado a España desde Estados Unidos a donde huyó después de refugiarse primero en Francia y después en México.

En la actualidad tiene 58 años de edad y, entre sus condenas, tiene pendiente de cumplir una pena de 67 años por su participación como miembro del Comando Araba de ETA en un atentado con lanzagranadas contra la casa cuartel de la localidad alavesa de Llodio en 1988, en el que causó heridas graves a dos guardias civiles. En su juicio, afirmó ante el tribunal que "soy un electricista más bien chapucero; me han cargado un paquete y no se por qué. Me marché a Francia por miedo a la Guardia Civil".

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