Almería

Medio millón a cambio de fotocopias

  • El conocido empresario de El Ejido estafado con la mesa trucada, Gabriel Fornieles, aseguró que llamó a la Policía "con todas las consecuencias" porque pensaba que también podría ser detenido

Sin odio, sin violencia, sin armas. Limpiamente y haciendo uso de la labia y de un gancho que era el amigo de la víctima. Un grupo de estafadores consiguió birlar 500.000 euros a un conocido empresario de El Ejido, Gabriel Fornieles, y a cambio le colocó 1,5 millones de euros más falsos que el dinero del Monopoly. Lo hicieron usando una mesa en la que se ocultaba un compinche en el pie (era como un armazón hueco), que fue cambiando subrepticiamente los billetes legales que otro compatriota iba depositando en un cajón por otros que eran simples fotocopias.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Almería acogió ayer el juicio por este caso en el que los dos acusados que comparecieron, M. D. H. y V. B.,(un tercero está declarado en rebeldía y un cuarto a pesar de estar identificado no ha sido localizado y está en busca y captura desde el año 2010) negaron tanto conocer a la presunta víctima, como haber participado en la estafa.

Según explicó el denunciante durante su declaración, el empresario Gabriel Fornieles, accedió a hacer negocios con los presuntos estafadores porque un proveedor suyo de combustible se lo había comentado y le había dicho que el negocio era legal y que incluso había llegado a más gente que había ganado dinero sin complicaciones. Algo que el proveedor, Diego Romera, que compareció en calidad de testigo corroboró.

El negocio consistía en cambiar dinero a los presuntos estafadores, que se hacían pasar por aristócratas con una "enorme fortuna" y que querían invertir en Almería. El empresario entregaría la cantidad económica acordada en billetes de entre 100 y 200 euros a cambio de billetes de 500 euros. La primera transacción económica se llevó a cabo, sin complicaciones, en un hotel de Alicante. El empresario entregó 10.000 euros en billetes pequeños a cambio de 11.000 euros en billetes grandes. A partir de ahí, se acordó la siguiente cita para hacer un negocio más grande. La cantidad acordada para esta segunda ocasión fue de casi 500.000 euros, esta vez en un hotel de Almería de la Avenida del Mediterráneo, donde los estafadores habían alquilado una sala para contar el dinero y cerrar el negocio.

Según explicó el denunciante, todo se hizo en una mesa, que presuntamente ellos habían montado y que estaba trucada, es decir, que en la pata central, que era un armazón hueco, había una persona que se encargaría de cambiar el dinero de curso legal por fotocopias, una vez que la víctima hubiera contado el dinero. La mesa tenía dos cajones, uno en el que estaba el dinero de curso legal, y otro en el que se iban depositando los fajos y que la persona que había oculta en la pata central iba cambiando por fotocopias, las mismas que después se depositaron en un maletín y que se entregaron al empresario.

La estafa se descubrió cuando la víctima llegó a su casa y cuando se dispuso a sacar el dinero comprobó que en el maletín había únicamente 9.000 euros de curso legal y el resto eran fotocopias. Entonces fue cuando llamó a la policía, "con todas las consecuencias", porque incluso él podría ir detenido implicado en la trama. El juicio ha quedado visto para sentencia, después de la declaración de los agentes que llevaron a cabo la investigación y practicaron las detenciones de los estafadores, que al parecer formaban una banda.

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