Juan Megino, exalcalde de la capital (1995-1999), fue el presidente del Comité Organizador de los Juegos. De aquella época recuerda el intenso trabajo que se llevó a cabo y la comunión entre todas las administraciones para conseguir un objetivo que a la postre fue clave para el futuro de la capital. -Como protagonista en la organización, ¿qué recuerda aquella época?

-Primero he de decir que considero que la verdadera protagonista en todo momento fue la sociedad almeriense, que se movilizó desde el primer momento para alcanzar la organización de unos juegos que ha aportado unos intangibles muy importantes.

-¿Cómo nació la idea?

-Fue durante la Corporación Municipal 1987-1991, donde el Partido Popular planteó la posibilidad en una moción que fue aprobada por unanimidad. A partir del 1991, con Fernando Martínez, se continuaron con las bases y ese trabajo de preparación. En 1998, conmigo como alcalde, el Comité Olímpico Español entendió del esfuerzo que estábamos realizando y de la valía de un gran proyecto que quedó materializado con la consecución de la sede en 1999.

-¿Cómo vivió la elección?

-Fue muy emocionante, aunque a última hora confiábamos mucho en nuestras posibilidades, ya que analizamos la experiencia de los Juegos anteriores celebrados en Túnez y vimos que en muchas cosas no hicieron del todo bien los deberes. Nosotros no íbamos a cometer esos errores y así lo reflejaba nuestra candidatura. Además, la colaboración del COE y el lobby que hizo la Casa Real en nuestro apoyo personificado en la infanta Pilar de Borbón fue decisivo.

-¿Qué factores declinaron la balanza por Almería?

-Además de la unión política y la influencia de la Casa Real la sociedad almeriense fue decisiva. Recuerdo que se fletaron dos vuelos chárter a Túnez para el día de la elección. Ibas por la calle y veías almerienses por todos sitios; aquello fue impresionante. Nuestra representación se hizo notar aquel día.

-Cuatro años por delante para trabajar intensamente en una ciudad que le quedaba bastante por recorrer...

-Sí, pero la organización fue inmejorable. Tal es así que teníamos prácticamente finalizadas todas las instalaciones un año antes y conseguimos albergar en el Estadio el Campeonato de España de Atletismo e, incluso, pocos meses antes de la celebración del evento un partido clasificatorio para el Mundial de 2006 de la selección española de fútbol.

-¿Cuál fue el papel de la iniciativa privada?

-Fue muy importante y clave, ya que invirtió hasta 50 millones de euros para la organización. -¿Qué supuso este acontecimiento para la capital?

-Un hito histórico en el que creció la autoestima de unos almerienses que demostraron que con trabajo todo se consigue. Me acuerdo de cómo impresionó al mundo la inauguración. Aquel día el presidente del COI, que era Jacques Roig, me reconoció que tuvo el nivel de una apertura de Juegos Olímpicos. Reconozco que ha sido la mayor alegría de mi carrera en el ámbito público, por encima de la alcaldía.