"Las puertas de mi despacho siempre estarán abiertas para recibir a los alcaldes, a los diputados, a los almerienses que quieran trabajar por mejorar la provincia". Lo repitió en innumerables ocasiones durante su discurso de investidura. Unas palabras que le han funcionado en estos últimos cuatro años y ya se sabe, si la fórmula carbura, no la toques. Gabriel Amat no podía ocultar en la mañana de ayer su alegría tras volver a ostentar la vara de mando de la Diputación Provincial. Y lo hace por segunda vez consecutiva, con mayoría absoluta (15 diputados de los 27 que conforman la Corporación), algo que ningún gobierno del Partido Popular había conseguido antes.

Un hito que deja a las claras la constancia y la perseverancia con la que el también alcalde de Roquetas de Mar ha dirigido la casa de los 103 municipios y la Entidad Local Autónoma (ELA). "Iniciamos una nueva etapa con el objetivo de velar por los intereses de la provincia a través del diálogo y del consenso entre todas las fuerzas políticas". Además, ha vuelto a insistir en una de las promesas que realizó hace cuatro años para volver a cumplirla: "Vamos a gobernar, como lo hemos hecho durante el anterior mandato, sin mirar colores políticos y trabajando por igual para todos los municipios".

Durante su alocución, una de las mejores que se le recuerdan, con datos concretos, propuestas directas, respondiendo en tiempo real como si una red social se tratase a las peticiones que los portavoces de los otros tres partidos políticos habían realizado previamente en sus discursos de investidura, Amat recordó que estos últimos cuatro años no han sido fáciles "porque cuando llegamos a esta casa nos encontramos con solo 29 millones y una deuda muy grande. Hemos tenido que sanear y limpiar y hoy podemos decir orgullosos que debemos 80 millones menos".

El presidente también hizo hincapié en una de las preocupaciones que marcaron su agenda política en la anterior legislatura: el abastecimiento de agua potable. "Había más de 40 pueblos sin suministro cuando yo llegué. La Diputación Provincial, sin ser su competencia, ha resuelto este problema en el 80% de los casos. Y seguiré trabajando para que la provincia no tenga problemas de agua potable en pleno siglo XXI. No podemos consentirlo. Es inadmisible", espetó.

También agradeció la labor que ha realizado el hasta ahora diputado de Fomento, Miguel Ángel Castellón. Los Planes Provinciales siempre han sido su ojito derecho y por eso ayer sacó pecho a la hora de recordar que "cuando llegué había más de 60 pueblos con proyectos sin poner en marcha. Hoy ya no queda ninguno".

A su vez aprovechó para tirar de cifras y recordar que "hemos invertido 90 millones de euros en obras. Eso equivale a 400.000 jornales. Eso es creación de puestos de trabajo. Así me lo han ratificado los contratistas que han podido mantener a sus trabajadores y a sus empresas".

El presidente también puso ayer de manifiesto su compromiso con el turismo al asegurar que "renovaremos el acuerdo de imagen con Bisbal para que nos siga representando por el mundo entero. Hemos sorprendido al mundo poniendo nuestro destino de moda y recuperando su esplendor cinematográfico y vamos a seguir trabajando para que el sector siga siendo un foco de creación de empleo y riqueza".

En materia de agricultura, Amat ha destacado que, a pesar de no tener todas las competencias, la Diputación va a realizar una fuerte apuesta por este sector ofreciéndoles apoyo en la difusión de sus productos y en la búsqueda de oportunidades de negocio. Asimismo, ha recordado la importante inversión que se ha realizado en materia de caminos rurales. Otro de los ejes, según el presidente, será el apoyo a los municipios.

"Todas estas medidas son generadoras de empleo. Porque ésa debe ser la premisa de todas las administraciones públicas: reducir el paro en Almería. Vamos a seguir trabajando para ofrecer nuevas oportunidades a los 77.856 parados de la provincia", aseguraba para cerrar su particular alegato de lo que han sido cuatro años de gobierno y que levantó a los centenares de personas que abarrotaban ayer el Patio de Luces de la Diputación.

Justamente antes de él, hablaba el que ha sido su mano derecha, Javier Aureliano García, el vicepresidente de la Diputación, su portavoz, el cortafuegos, la voz e imagen del PP ante los medios de comunicación. Y García, fiel a su estilo, mostró toda su artillería dialéctica desgranando los éxitos políticos que su partido ha conseguido en esta legislatura. "Somos un referente en España porque hemos conseguido recuperar la imagen turística de la provincia. Hoy día operamos con países cuyos ciudadanos nunca habían pisado Almería", recordaba.

Con ambos discursos, en los que no hubo referencia alguna a la recuperación del polémico proyecto de la nueva residencia asistida, los dos dirigentes populares desgranaron las líneas a seguir en estos cuatro años. "Trabajo, trabajo y más trabajo", repitió Amat. Pues al lío. Los 103 pueblos y la ELA lo agradecerán con creces.