Cuando no hay, lo primero que se resiente son los gastos que no van directos al estómago y entre ellos se encuentran las vacaciones. Y sí, es cierto. La economía almeriense no se la de 2010, el peor año desde que comenzara la crisis, y en algunos aspectos se mejora aunque en otros se siga igual o peor. El caso es que, de media, los almerienses tienen algo más de ahorros para gastarse, aunque no sea demasiado perceptible. El dinero que se gastan de media supone el 2% del presupuesto del que se dispone cuando llegan las vacaciones. Así, dicho en términos generales es difícil ubicar las cantidades. Las familias almerienses con ingresos medios disponen de unos 1.000 euros para irse de vacaciones, para las parejas sin hijos puede suponer suficiente, pero, quizás, para las que cuenten con varios, viajar lejos sí supone una dificultad, por eso, la mayoría de los viajes que los almerienses realizan en la actualidad son a Andalucía y el resto de España. Las campañas publicitarias han dejado de plantear lujosos cruceros y vuelos que transportan a la gente más allá del gran charco para terminar en una playa paradisiaca, lo que hacen es vender lo mismo pero en España, que también existe, así que este puede ser uno de los momentos en los que los españoles mejor conocen España.

El 63% de las que planean hacer vacaciones este año no viajará fuera de nuestro país, el mismo porcentaje de gente que así lo hizo en 2014. El 20%, por su parte, dice que viajará a algún país de la Unión Europea (UE) y 1 de cada 10 lo hará a otro país fuera de la UE. Según datos del Eurobarómetro sobre turismo realizado por TNS para la Comisión Europea. Dentro de Europa, los países elegidos tras el español son Italia, Francia, Estados Unidos, Canadá, Grecia, Alemania y como última opción Oriente próximo.

Además, también se busca encontrar ofertas. Este mes de julio, según datos de Trivago.com, el precio medio de los hoteles españoles se sitúa en 107 euros por habitación doble. Una cifra que sirve de referencia a la hora de buscar nuestro destino para estas vacaciones. A partir de ahí, hay zonas bastante más baratas y otras más caras.

La mayoría de los destinos costeros más baratos se encuentran en la costa norte, como Sanxenxo (70 euros) o Ribadeo (79 euros), ambas localidades gallegas; destinos cántabros como Suances (70 euros) y Comillas (81 euros); o ciudades asturianas como Gijón (85 euros). El destino más barato, con un precio medio por noche de 60 euros, es Puerto de la Cruz, en Tenerife. Un oferta irresistible para conocer los secretos de la isla tinerfeña.

El segundo puesto lo ostenta La Manga en Murcia, donde el alojamiento a estas alturas el verano puede llegar a costar hasta 244 euros. En Andalucía hay tres destinos que también se encuentran en el top 10 de los más caros, como son Marbella, (217 euros), Roquetas de Mar (162 euros) o Zahara de los Atunes (164). El 23% disfrutará de sus vacaciones en un alojamiento familiar o de amigos (alojamiento gratuito), el tipo de alojamiento de pago más demandado es el hotel (38%), mientras el 26% opta por el concepto resort y el 23% elige el alquiler vacacional. Campings (13%), crucero (10%), la residencia secundaria (9%), alojamientos tipo "bed and breakfast" (8%) son otras de las opciones elegidas por las familias. Solo el 26% ya han efectuado la reserva para sus vacaciones, frente al 74% que todavía no lo ha hecho.

Casi un 60% de los gastos de los almerienses se dedican a obligaciones relacionadas con el hogar Más de la mitad de los habitantes de la provincia no llegan a fin de mes Más de un 50% de los ciudadanos de la provincia afirma no llegar a fin de mes con sus ingresos. Un almeriense medio con un sueldo anual de 14.977 euros destina, de media, 4.804 euros a la vivienda, agua y la electricidad; 2.333 a alimentos y bebidas no alcohólicas ; 639 al mobiliario del hogar, 445 a su salud y 137 a la enseñanza. Con eso, ya ha consumido más de 8.000 euros de su salario. El resto se lo reparte el transporte, con más de 1.600 euros y otros gastos, necesarios subjetivamente, como los artículos de vestir y calzado (739 euros).

La distribución porcentual no deja dudas, el 14% va a parar a la comida, el 20% a los alquileres imputados, el 4% al gas y la electricidad y el resto de gastos como el mantenimiento del hogar, los medicamentos, la ropa, los muebles o los médicos ocupan más del 17%. La forma de pensar con respecto al consumo cambia, evoluciona. De ahí que las marcas blancas (aquella que pertenece a una cadena de distribución con la que se venden productos de distintos fabricantes) representen ya el 35% del consumo en todo tipo de productos, pues aunque comenzaron en el sector de la alimentación, se han expandido al textil, al de los electrodomésticos e incluso al de las perfumerías.

De media, llenar el carro de la compra con artículos de primera necesidad cuesta en Almería 60 euros, un 8% más de lo que había que pagar en 2007, antes de comenzar la crisis. Uno de los motivos de este aumento en el precio se debe a que se vende menos, por lo que los establecimientos necesitan subir los precios de sus alimentos obtener una mejor y mayor rentabilidad. Seis de cada diez consumidores, el 61%, modificaron sus hábitos de compra para racionalizar o reducir el consumo y gasto en alimentos, en un entorno marcado por la crisis económica. Uno de cada tres consumidores reconoce que ahora buscan más ofertas, el 23% que aprovecha más la comida y el 9% afirma que directamente ha reducido el gasto en alimentación.