ocio en verano | gozar de laS MEJORES TAPAS Y GASTRONOMÍA EN LAS CALLES DE ALMERÍA

Un bar en cada esquina

  • En el casco histórico han abierto una decena de establecimientos Los datos reflejan una disminunción del 29% entre 2012 y 2013 que se ha reinvertido Las tradicionales tapas dejan paso a los 'gastrobares'

Luz y vida. Dos palabras que definen la zona de bares y restaurantes que invita a almerienses y a extranjeros a pasar una buena noche en compañía de familiares y amigos. En un periodo relativamente corto, de unos tres años, la calle Jovellanos ha pasado de ser un lugar algo apagado, en el que solo se encontraba la centenaria Casa Puga, a haber diez establecimientos de restauración. La zona ha sufrido un profundo cambio, ya que se ha llenado de personas dispuestas a disfrutar de buena comida. Una alegría también para la mayoría de los vecinos, que tienen a su disposición una gran variedad de comida y que pueden dar paseos mientras los bares están abarrotados de gente. Un impulso para el casco histórico de la ciudad.

En las calles es palpable un repunte en la apertura de nuevos establecimientos dedicados a la restauración, pero los datos que existen hasta el momento no muestran lo mismo. De 2012 a 2013 se produjo una disminución en el número de bares, cafeterías y restaurantes del 29% en la capital, pasando de 1.487 altas fiscales a 1.058, según la Cámara de Comercio. En la provincia, el descenso de establecimientos fue de un 32%. Habrá que esperar a finales del mes de septiembre para conocer los datos del periodo 2014 y ver si los datos se corresponden con las sensaciones.

En el casco histórico de la ciudad, concretamente en la Calle Jovellanos, han abierto diez establecimientos en los últimos años. La inquietud fue el detonante. Unida a una crisis económica que afectó especialmente a los trabajadores de la construcción, fue lo que hizo que Francisco José Céspedes, que se había dedicado toda la vida a ese sector, decidiera aventurarse en la creación de la franquicia Entremares. Desde el año 2010 su marca se ha ido extendiendo mediante las tres cervecerías que poseen en la provincia, dos en la ciudad y una en Aguadulce. Hace tres años abrió sus puertas el Entremares del centro, situado en la Calle de las Tiendas, haciendo esquina con Jovellanos.

El alquiler de los locales de la zona se ha incrementado en un 15% en estos tres últimos años. La acumulación de tantos bares y restaurantes en un reducido espacio ha hecho que los precios se vayan incrementando, locales que después de haber estado años cerrados se han convertido en lugares muy rentables. Esta concentración plantea la pregunta de que si a corto plazo acabará siendo insostenible. "Nos interesa que se cree un lugar de ocio para que la gente acuda, si hay afluencia de personas, es bueno para todos", señaló Céspedes. Demanda no falta y con el paso del tiempo va en aumento, pero "la competencia es muy buena" y llegará un momento, como señaló el dueño de Entremares, en el que "los que hagan bien las cosas se quedarán y los que no se irán".

"Aquí no es como en Málaga, donde reciben un gran número de turistas y todos los días va gente nueva a los bares, aquí hay que ganarse al público".

Hay un sitio emblemático en la ciudad conocido, se podría decir, mundialmente. Solo hay que pasar unos minutos en la puerta para ver cómo personas de diferentes países y de todo el mapa nacional, así como almerienses, entran y salen una y otra vez de un bar centenario: Casa Puga. Al atravesar el umbral parece que te traslades a otra época. Se puede percibir un olor a antiguo, que no a viejo, y su estética es inconfundible. Cientos de botellas de vino arropan a la clientela, así como los tradicionales jamones que cuelgan del techo. Un punto de obligada asistencia para los turistas y para los habitantes de la ciudad.

Recientemente cambió de dueños por la jubilación de estos pero solo estuvo dos escasos meses cerrado. El 27 de abril de este año volvió a abrir sus puertas de la mano de Servicios Hoteleros La Catedral, gracias a un acuerdo que en principio durará diez años, y sorprende que todo siga exactamente igual. "Ese era unos de los objetivos, mantener la esencia de lo que ha sido durante todos estos años atrás", señaló José Ángel Pastor, actual gerente. "Se ha mantenido la misma plantilla de trabajadores, los mismos camareros, que llevan más de treinta años trabajando en este lugar, los mismos productos y proveedores, hasta la misma carta", aseguró. En referencia a la cantidad de nuevos establecimientos que se han creado en los últimos años, Pastor dijo que "hay vida y hay ambiente, la oferta se ha incrementado mucho, en poco espacio encuentras lugares con comida típica y tradicional, gastrobares y restaurantes".

Respecto a qué puede pasar en los próximos años ante la apertura de tantos establecimientos, el gerente de Casa Puga dijo que "no creo que sea negativo", y añadió que "la concentración de oferta incrementa la demanda y además cada establecimiento ofrece algo distinto".

Con visitar varios de los bares de esta calle se puede realizar una completa ruta de la tapa, pasando por los platos más tradicionales y típicos de la provincia hasta la comida más sofisticada y especializada.

David Ibarra lleva toda la vida dedicándose a la hostelería. A finales de 2013 puso en marcha La Plazuela, también en la calle Jovellanos. "El 90% de los vecinos están agradecidos del repunte de establecimientos que hay en este barrio, aunque también hay algunos que se quejan del ruido", señaló.

Esta zona del casco antiguo, según explicó Ibarra, está catalogada como zona restringida para bares de música o pubs.

"Hay más seguridad, más policía por el lugar, cosa que antes no pasaba. Ahora los padres también están más tranquilos porque saben que cuando sus hijos regresen a casa no irán por calles desiertas y poco iluminadas".

Aseguró también que aunque han abierto muchos bares en poco tiempo, todos muestran estabilidad y no se han producido aperturas y cierres intermitentes ni cambios de dueños, y espera que la situación continúe así por mucho tiempo. En cuanto a si cree que los comercios se pueden ver de alguna forma perjudicados por la apertura de tantos bares, Ibarra dijo que los comercios de la zona que han cerrado ha sido por la renta antigua o por una mala gestión y añade que "más es más", en referencia a que cuantos más establecimientos, tanto de restauración como comercios, mejor.

Sin duda es una zona que se ha consolidado para comer y tapear. Este último, arte poco extendido por la península y privilegio de algunas zonas del sur como Almería, se está viendo modificado con la aparición de los que se denominan gastrobares. Las tradicionales cartas en las que se pueden leer tapas como lomo, hamburguesa o calamares se ven complementadas con sofisticadas tapas como puede ser un montadito de tomate raf con salazones o gallopedro con ajoblanco y mermelada de tomate, delicias que se pueden encontrar en el privilegiado entorno del gastrobar-restaurante del Hotel Catedral. Su chef, Tony García, dijo que "cuantos más negocios hay más gente se mueve y eso nos beneficia a todos, clientes, empresarios y a la ciudad". Un entorno que favorece el consumo y que parece arrojar algo de luz a ese túnel que muchos españoles aún atraviesan.

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