Nada más y nada menos que 75 años es el tiempo que la tienda de Ultramarinos San Antonio lleva abierta al público. Este establecimiento tan "de los de antes" fue fundado por Enrique López Andrés en el año 1940, en plena época de la posguerra. "En aquellos años se pasaba mucha hambre, estaban establecidas las cartilla de racionamiento. Mi padre traía productos de estraperlo a la tienda como tocino o chocolate, cosas que hoy nos parecen normales pero que en aquella época le daban una gran alegría a la gente", cuenta José López, actual propietario del comercio.

Esta peculiar tienda tiene sus clientes de toda la vida, los habituales de siempre, los del barrio. Pero también acude gente buscando determinados productos exclusivos que son difíciles de encontrar en otros lugares. Sin contar los numerosos turistas que hacen una parada en el establecimiento para ver en persona cómo era una tienda de las de antaño.

Ultramarinos San Antonio tiene algo de gourmet. Ofrecen ciertos productos exclusivos y de gran calidad que no pueden encontrarse en otros sitios. "En general nuestra clientela es gente mayor. Pero este tipo de productos atraen cada vez más a una clientela más joven, los actuales foodies, aficionados a la comida y a la bebida que buscan productos de máxima calidad", cuenta el tendero. Así, en esta tienda pueden encontrarse desde productos de lo más exquisito a los artículos del día a día.

Aunque hay actividad durante todo el año, "la época más fuerte, sin duda, es la Navidad. Traemos mantecados de mucha calidad y también turrones", cuenta José.

Además, también hacen repartos a domicilio. Pero esto no es algo moderno de la época actual, sino que ya en 1940 llevaban los productos a casa de sus clientes en lo que entonces llamaban isocarros.