El mes de septiembre está al caer, y con él, los temidos exámenes 'de recuperación', como se les ha llamado tradicionalmente. Estas pruebas determinan, en muchos casos, la posibilidad de obtener un título a tiempo, poder pasar de curso en el instituto o, en el más dramático de los casos, si llegará la ayuda económica en forma de beca con la que afrontar un curso con unas tasas universitarias que han crecido en los últimos años.

El verano puede llegar a convertirse en un infierno para muchos de los que no han hecho los deberes durante el año y acabar más horas encerrados en la habitación con un flexo que tomando el sol en la playa. Para ellos, la recta final de agosto y el principio de septiembre es una época crucial que puede determinar sus vidas académicas por completo.

A pesar de esta importancia, que se manifiesta curso tras curso al ver las salas de estudio y las bibliotecas totalmente colapsadas, la capital cuenta únicamente, con dos grandes espacios en los que los estudiantes pueden preparar sus asignaturas: la Universidad y la Biblioteca Provincial Francisco Villaespesa.

Sin embargo, estas instituciones no cubren, ni de lejos, las necesidades del colectivo estudiantil debido a sus reducidos horarios. Especialmente en la biblioteca del centro de la ciudad, que en verano recortó su apertura a media jornada (de 9 a 14). La UAL, por su parte, sí que dispone de un servicio más amplio , con horario de mañana a partir del 17 de agosto y todo el día 29 y 30 de agosto. Además hay una sala 24h. desde mediados de este mes.

La Asociación Juvenil Lantia ha sido uno de los grupos activistas que más ha protestado por el actual estado en esta materia en la capital. Su presidente, Juan D. Gómez, ya presentó una reclamación a la Junta de Andalucía en la Biblioteca Villaespesa en nombre de la asociación para intentar que no realizaran la reducción de horario en verano. "La respuesta que obtuvimos fue que la Villaespesa no está pensada para estudiar sino para la consulta y que esa no era su responsabilidad", comenta.

Gómez resalta, además, otro gran problema de los estudiantes. A pesar de que la Universidad sí ofrece un servicio, al menos, suficiente, "tenemos que tener en cuenta que no siempre es operativo desplazarse hasta La Cañada para estudiar un rato", explica. "Si vas allí tienes que echar el día para aprovechar bien el tiempo y no todo el mundo puede permitírselo".