De los creadores de la temida cuesta de enero llega la no menos importante cuesta de septiembre. Y es que cada año por estas fechas papelerías y centros comerciales se convierten en el foco de atención de muchas familias, que cada vez más tienen que obedecer a los exigentes listados de materiales de colegios e institutos. El gasto medio por cada niño es de 370 euros en el caso de que asista a un centro público y supera los 1.000 euros en el caso de los centros privados. Para los centros concertados el gasto medio es de 465 euros. Estas son las conclusiones del informe sobre la previsión de gasto en la vuelta al cole 2015, elaborado por UCA-UCE, Unión de Consumidores de Almería y que ha contado con una muestra de 1.000 padres y madres andaluces.

Todo esto supone una previsión del incremento del gasto de una media del 4%, según explicó Juan Moreno, presidente de UCA-UCE. "Los padres cuyo hijo estudia en un centro público calculan que su inversión se incrementará en un 2%, frente al 3% que lo hará en los privados y un 7% en los concertados", concretó.

En la próxima semana, el jueves 10, miles de niños y padres se echaran a las calles a primera hora de la mañana camino a los colegios, lugar de encuentro con muchos amigos y compañeros. Educación Infantil, Educación Primaria y Educación Especial son los que comienzan el curso escolar la semana que viene. La ESO, Bachillerato, Formación Profesional, la Escuela Oficial de Idiomas, Enseñanzas Artísticas y Educación para Personas Adultas comenzarán las clases el martes 15.

Libros de texto, material escolar, uniformes, transporte, comedor, actividades extra escolares... una lista interminable que resiente los bolsillos de las familias. El uniforme es uno de los gastos que más presupuesto se lleva. Si el niño estudia en un centro privado el coste asciende a 170 euros y en el caso de que lo haga en uno concertado ronda los 130 euros. En el caso de los centros públicos, la cifra ronda los 110 euros.

Sobre unos 140 euros mensuales les cuesta el comedor a los padres cuyos hijos estudien en un centro privado, lo que equivale a unos 7 euros al día. Cifra que se rebaja a 125 euros en el caso de los centros concertados (6,25 euros al día) y a 75 euros en el caso de los públicos (3,75 euros al día). La explicación de la gran diferencia de precio está en la cantidad de intermediarios.

El material escolar es otro de los gastos que necesitan de más financiación. Un estudiante matriculado en un centro privado necesita una media de 95 euros y uno que lo esté en un centro concertado, unos 80 euros. En el caso de un centro público el coste del material escolar ronda los 72 euros, según la Unión de Consumidores. El cheque-libro da un respiro a las familias cuyos hijos están matriculados en Educación Primaria y Secundaria, excepto en el caso de los centros privados, cuyo gasto se estima en unos 230 euros.

El transporte es otro de los gastos mensuales a los que la familia tiene que hacer frente. La UCA calcula que en el caso de un centro público el coste es de 48 euros de media. En los centros concertados esta cifra es de 65 euros y en los privados de 76 euros. El precio de la matrícula tanto en los centros públicos como concertados es cero, aunque estos últimos suelen cobrar al comienzo del curso una serie de gastos que incluyen conceptos como secretaría, informatización y gestión, que suelen superar los 150 euros. Según la UCA, el importe medio de la matrícula es de 265 euros, a lo que hay que sumar el coste mensual, que ronda los 360 euros en la provincia.

A todo lo anterior, hay que añadir otros gastos que se corresponden con la adquisición de material informático, como tabletas u ordenadores, y de mobiliario para el lugar de estudio en el hogar. Para ello la UCA estima que cada familia gastará una media de 65 euros independientemente del tipo de centro en el que esté matriculado su hijo.

Juan Moreno, presidente de la UCA, recomienda a la dirección de los centros que las listas de peticiones de material escolar nos sean tan cerradas para que no se agobien las familias. También se dirigió a los padres y madres para que racionalicen las compras en varios meses y que así no tengan que hacer un desembolso de golpe, lo que les puede suponer un gran esfuerzo, y que en algunos casos les lleva a pedir un crédito rápido. "Esto es totalmente desaconsejable, porque son verdaderas trampas de intereses que en los próximos meses traerán malas sorpresas", añadió.